El nuevo Parlamento catalán surgido de las elecciones regionales del 21 de diciembre se constituye hoy con mayoría independentista, reducida por la ausencia de varios diputados encarcelados e instalados en Bruselas.
La ilegal declaración unilateral de independencia aprobada por la Cámara autonómica el 27 de octubre llevó al Gobierno español a cesar al Gabinete catalán y a disolver el Parlamento, con nuevas elecciones celebradas hace cuatro semanas.
De las urnas salió ganador el partido Ciudadanos, defensor de la unidad de España, pero las formaciones independentistas suman 70 de los 135 escaños.
La particularidad de este Parlamento es que hay tres diputados en prisión provisional por su apoyo al proceso independentista y cinco - entre ellos el expresidente Carles Puigdemont - en Bélgica, donde eluden la orden de detención emitida por la Justicia española por rebelión y sedición.
Todo apunta a que el nuevo presidente de la Cámara será Roger Torrent, de los republicanos de izquierda independentista (ERC).
Lo primero que debe hacer la llamada Mesa de Edad del nuevo Parlamento - el diputados de más edad y los dos más jóvenes - es determinar si se puede aplicar la delegación del voto a los tres diputados presos, ya que los de Bruselas no lo han pedido para la sesión de hoy.
Los partidos constitucionalistas anuncian iniciativas si consideran que en la sesión de hoy se producen irregularidades y vulneración de derechos por parte de la mayoría secesionista.
Junts per Catalunya (JxCat) y ERC, que sumen 66 escaños - más cuatro de los antisistema de la CUP - anunciaron ayer un acuerdo para apoyar a Roger Torrent como nuevo presidente del Parlamento, y se reafirmaron en su apoyo a Puigdemont como candidato a la presidencia de la Generalitat.
Para intentar que se desarrolle con normalidad la sesión de apertura, la Policía regional (Mossos d'Esquadra) cerró anoche el recinto inmediato del Parlamento y evitar de ese modo eventuales incidentes.