Varios países de la Unión Europea (UE) se oponen a adoptar el impuesto temporal sobre las ventas de las grandes empresas digitales que propuso la Comisión Europea e impulsa Francia para conseguir mayores aportaciones al fisco, dijo hoy la presidencia búlgara de la Unión.

"Algunos países no quieren tener medidas a corto plazo, prefieren tenerlas a largo plazo, pero desde nuestro punto de vista necesitamos ambas", dijo el ministro de Finanzas búlgaro, Vladislav Goranov, cuyo país ocupa la presidencia de la UE, a su llegada a la reunión de titulares de Economía y Finanzas de los Veintiocho en Sofía.

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Es la primera vez que "los Veintiocho" debaten a nivel ministerial sobre la propuesta, que plantea imponer un impuesto del 3 % sobre la facturación para ciertos servicios digitales de las empresas que facturen más de 750 millones de euros en todo el mundo y más de 50 millones en la UE.

Se trataría de una tasa temporal como medida urgente para paliar las bajas contribuciones de estas compañías por impuesto de sociedades hasta que se adopte la solución que Bruselas plantea a largo plazo y que consiste en cambiar la definición de establecimiento permanente para tener en cuenta la presencia digital a la hora de calcular dónde pagan impuestos.

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