El debate de Anatel del martes marcó un punto de inflexión en la carrera presidencial dice el presidente de la UDI, Patricio Melero. Para el líder de la colectividad, Andrés Allamand y Manuel José Ossandón quedaron al debe con la campaña de Evelyn Matthei. Su ayuda, podría haber sido significativa para un mejor resultado el domingo, reconoce el timonel gremialista.

¿Está conforme con el rol que tuvo la UDI?

-Hemos puesto todas las cartas sobre la mesa, hemos fortalecido  y ayudado con nuestra mejor gente en el comando, desde la parte operativa, la parte comunicacional, como también en el comando mismo y destacar y agradecer el rol que Joaquín Lavín tuvo en esta materia porque partió con Longueira, terminó con Evelyn y ha sido un elemento digno de destacar.

¿Fue de menos a más la candidatura de Matthei?

-Sin duda y el domingo va a sorprender. El debate del martes fue determinante en darle a muchos razones para votar nuevamente por Matthei y a otros para darse cuenta que es necesario apoyarla en segunda vuelta, pese a haber tenido una opción distinta en primera.

¿Con más debates, se hacía más competitiva la elección?

-Lo que el debate del martes hizo fue carcomer la estrategia de arriesgar poco de Bachelet y su comando y estoy seguro que con tres debates como el del martes, hoy sería más alta incertidumbre lo que va a ocurrir el domingo porque la consigna de Bachelet fue tratar de evitar el mayor grado de exposición pública, que dejara en evidencia la mediocridad de su Gobierno y las dificultades de su programa.

¿Está conforme con el rol que tuvo RN en la campaña?

-Creo que muchos en RN hicieron menos de lo que podían dar y de haber existido un mayor grado de resolución y de apoyo por quienes tienen liderazgo fuertes y más por quienes triunfaron, habría sido más fácil para  Matthei la tarea de enfrentar una campaña que de por sí es dura.

¿Se refiere a Andrés Allamand, Manuel José Ossandon?

-Los que fueron elegidos y contaban con un respaldo popular muy grande, como los dos senadores de la región Metropolitana, si se hubieran aplicado con mayor dedicación y energía habrían ayudado de forma más sustancial al resultado del día domingo, creo que en eso hubo falta de mayor sentido de coalición y de generosidad para apoyar la candidatura de Evelyn.

¿Se logró seducir al voto indiferente?

-Vamos a tener que cerrar el capítulo el domingo, pero qué duda cabe que la abstención es nuestro principal adversario, siento que hay un sector muy grande de esos seis millones que no votaron que no ven una razón de algo que defender o algo que evitar. Eso es complejo para quien triunfe el domingo, porque podemos tener un presidente de Chile con una votación que sea inferior al 30% de los chilenos habilitados para votar.

¿Y eso deslegitima al gobierno?

-No, porque la democracia es en su esencia una invitación para que todos lo ejerzan y me parece que es tan legítimo el votar como el no votar. Es un problema de respaldo a las políticas que las candidaturas están planteando, lo que hace difícil el verdadero nivel de aprobación que ellas tienen. A Bachelet le puede pasar que saque menos de los más de 3 millones 600 mil votos que tuvo Piñera en segunda vuelta y eso sería un motivo de un análisis muy importante de los que está pasando en el país.

¿Se juega en esta elección también el futuro de la derecha?

-La alternancia en el poder no puede generar descalabros políticos de proporciones cuando es algo intrínseco de la democracia. No pasó nada dramático en la Concertación cuando Bachelet no logró traspasarle su altísima popularidad a Eduardo Frei, ni se consumen los proyectos o las organizaciones políticas por un resultado adverso. Es más, muchas veces los resultados adversos fortalecen a las instituciones, porque se cuestionan su propio actuar y se refuerzan visiones que quizás en el ejercicio del poder se han ido debilitando.

¿Eso debiese pasar en la derecha?

-Aquí va a haber centro derecha o derecha para rato, nuestras fuerzas políticas en el parlamento están más débiles que en el gobierno que termina, pero están en la equivalencia más menos que han tenido desde la vuelta de la democracia. No se va a dar una escena de cuchillos largos y ese tipo de conceptos tampoco los veo porque las responsabilidades son varias y compartidas, nadie tiene el derecho de tirar la primera piedra, porque aquí hay responsabilidades del Gobierno, de los partidos políticos, de los propios candidatos, de los cambios en el sistema electoral, del voto voluntario, del debut de la inscripción automática y de haber enfrentado al espectro más amplio de la oposición desde la vuelta a la democracia.

¿Ve una Alianza más amplia ?

-Uno de los defectos que tenemos es que nos falta cultura de coalición, en la Alianza muchas veces basamos nuestras relaciones en virtudes de absorber un partido al otro. Si bien la competencia electoral es eficiente desde el punto de vista de generar más votos, es muy desgastadora. Tenemos que trabajar intensamente a futuro, generar una coalición política de centro derecha que tenga principios que son intransables, pero que permita un grado de diversidad amplio.

¿Ve una coalición o una Alianza más amplia para lo que viene?

-Uno de los defectos que tenemos es que nos falta cultura de coalición, en la Alianza muchas veces basamos nuestras relaciones en virtudes de absorber un partido al otro. Tenemos que trabajar intensamente a futuro, generar una coalición política de centro derecha que tenga pocos, pero muy importante principios que son intransables, pero que permita un grado de diversidad amplio.

¿Qué rol se ve usted ejerciendo en esta nueva Alianza y en la UDI?

-Es difícil conciliar el rol si va a ser de Gobierno o de oposición, porque lo vamos a tener claro a partir del día domingo. Si somos Gobierno acompañar y ayudar al gobierno de Evelyn Matthei en todo y en lo fundamental que va a ser buscar caminos de acuerdo para llevar adelante nuestro programa, no teniendo mayorías en el Congreso. Y, si pasamos a la oposición, yo pretendo ser parte de una oposición justa, que se hace cargo de apoyar aquellas iniciativas del Gobierno que vayan en el área de una visión compartida y de actuar como oposición en términos de expresar con claridad como eso se aparta del ideario que nosotros creemos más conveniente para Chile.

¿Desde la directiva de la UDI?

-No es un tema que tengamos resuelto, vamos a tener el consejo general hacia fines del mes de abril y antes de definiciones de cargos y de personas, tenemos que definir nuestro posicionamiento y mas que un problema de generaciones es un problema de definiciones, del camino que tenemos que encausar y lo vamos a lograr con éxito.

Su directiva fue producto de un acuerdo ¿funcionó la formula?

-Yo creo que sí desde el punto de vista de generar consenso, hemos tenido algún grado de dificultad para funcionar porque fuimos todos candidatos, porque la mayoría de lo que estábamos en la directiva salimos elegidos, pero eso también generó una suerte de dificultad para actuar en las decisiones colectivas, ese es un tema que debe llevarnos a buscar una integración un poquito más abierta.