Son sus últimos días en el Palacio de La Moneda y asegura que la agenda está copada. En medio de las intensas actividades para cerrar el Gobierno, la ministra de la Secretaría General del Gobierno, Paula Narváez, se da un tiempo para realizar un balance de la segunda administración de Michelle Bachelet. Asegura con ímpetu que la mandataria realizó una gestión transformadora y que ahora hay que defender los avances que se lograron. En la última semana encabezando el ministerio, la vocera de Gobierno subraya que los proyectos enviados estos días por el Ejecutivo no son simplemente un saludo a la bandera sino que lo que corresponde hacer: gobernar hasta el último día.
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¿Qué marcará el legado del Gobierno de Michelle Bachelet?
-Siempre estas cosas es bueno ponerlas en contexto: cómo el Gobierno de la Presidenta Bachelet se plantea al país y en qué momento lo hace. Ya Chile el año 2013 era un país muy distinto al país que conocimos a los inicios de los 2000 y qué decir del país de los '90. Una ciudadanía mucho más consciente de sus derechos y por lo tanto, mucho más exigente, desde el punto de vista de la necesidad de superar desigualdades. Esta ciudadanía demanda por lo tanto un proyecto político que la Presidenta Bachelet recoge y que propone de manera muy responsable. Hoy día podemos decir con mucha satisfacción y mucho orgullo que cumplimos.
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¿Cómo cumplieron?
-Cumplimos, porque los proyectos de ley fueron tramitados. Me refiero a la enorme cantidad de legislación nueva que va a permitir un sistema educacional donde se fortalezca la educación pública, donde se pone fin al lucro, donde se pone fin a las discriminaciones arbitrarias. Hay otro ámbito, que es nuestro sistema democrático. El cambio al sistema binominal es un cambio que recién estamos comenzando a dimensionar. Hay un cambio democrático importante, si se agrega la Ley de Cuotas que permite mayor presencia de mujeres en el Congreso. La agenda descentralizadora, con la opción próxima de que las autoridades regionales sean electas, es una profundización de nuestra democracia. Hay un tercer ámbito que también es muy relevante, que la gente le llama agenda valórica y que nosotros llamamos ampliación de derechos individuales. Derechos de las personas para que sean tratadas con igualdad en todo el amplio sentido de la palabra, independientemente de cualquier condición. Y eso ha sido lo que hemos llevado adelante por ejemplo con el impulso del proyecto de Matrimonio Igualitario, con la ley de identidad de género que hemos avanzado lo máximo que hemos podido en el Gobierno, con el Acuerdo de Unión Civil aprobado y con la discusión a nivel de nuestros servicios públicos, de nuestros ministerios de cómo tenemos agendas integradoras, agendas inclusivas. La Presidenta Bachelet comprometió esa transformación, quiero decir que se constituyó en Chile una nueva agenda política que no se puede abandonar.
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¿No se hacen cargo de los cuestionamientos por un mal diagnóstico y mal trabajo en los proyectos?
-Creo que se es especialmente crítico con este Gobierno, que se atrevió a cambiar las cosas que se pensaban que no se podían cambiar en Chile. Siempre pongo un poco de reserva a esas opiniones un grandilocuentes respecto de la crítica. No recuerdo que haya existido ningún gobierno perfecto. Sin embargo, aparece como que se agudiza la crítica en este Gobierno. No es verdadero que este Gobierno haya pretendido partir de cero, eso jamás ha sido así, no ha sido el planteamiento del Ejecutivo, todo lo contrario, hemos sido muy respetuosos y hemos valorado todos los cambios que han permitido progreso para Chile que han venido de la mano de los gobiernos progresistas, de los gobiernos de la Concertación, y luego este gobierno este gobierno de la Nueva Mayoría. Me parece que los cambios en la sociedad se producen en espiral, están contenidos en las etapas previas y no me parece que refleje ni el espíritu ni la intención de este Gobierno señalar que alguna vez planteamos que partíamos desde cero porque eso no es así.
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La Presidenta dijo que las reformas de esta administración cambiaron la vida a las personas, sin embargo, van a entregar el Gobierno a la oposición.
-Las cosas no son lineales. La decisión de quien gobierna el país es soberana de los ciudadanos y ciudadanas. A nosotros como Gobierno nos hubiera encantado haber podido continuar con una administración de nuestro mismo signo pero la democracia es así y funciona así. Las políticas públicas son una dimensión de la democracia, no es toda la democracia que se juega ahí y por lo tanto, hay otras consideraciones que los ciudadanos pueden tener al momento de ir a votar y decidir quiénes son sus gobernantes. El resultado no necesariamente representa la evaluación del gobierno anterior y de eso hay ejemplos en el mundo, no solamente el caso de Chile.
Usted dijo que el anterior gobierno de Sebastián Piñera sólo fue administrador de lo que traía el país, ¿va a pasar lo mismo esta vez?
-Bueno, no me adelanto a los hechos porque no me corresponde hacerlo. Lo que simplemente he señalado en el pasado es que esos cuatro años de Gobierno fueron más bien de administración que efectivamente de transformaciones, a diferencia del Gobierno de la Presidenta Bachelet que es el que está concluyendo. Hay una propuesta al país que se hizo durante el periodo de campaña y en esa propuesta principalmente lo que se destaca, tiene que ver con una mirada de mundo, una mirada de país, que es propio de la centroderecha y que es distinta de lo que inspira y está detrás de las convicciones de la centroizquierda chilena.
¿Siente miedo de que el futuro Gobierno modifique muchos proyectos de esta administración?
-Es que miedo no es el sentimiento. Lo que más bien existe, es la tranquilidad de que gran parte de estas transformaciones han quedado establecidas de manera institucional. Creemos que hay una ciudadanía que de manera creciente es cada vez más consciente de sus derechos, que demanda las agendas que hoy día están instaladas y por eso reitero, la Presidenta Bachelet cambió la agenda política de Chile y esa nueva agenda política no puede abandonarse y gran parte de los defensores de esa agenda es la propia ciudadanía.
¿Cómo se defiende el legado?
-Esto convencida de que cada uno de los actores que hemos sido parte de este segundo Gobierno de la Presidente Bachelet en los espacios que estemos, estaremos defendiendo lo que han sido los logros de este Gobierno, que son finalmente los logros para un país. Me imagino que nadie podría pensar que todas esas familias, jóvenes que hoy día tienen, por ejemplo, gratuidad en la educación superior quisieran retroceder en una cosa como esa. Esto convencida de que más allá de los actores políticos también hay una ciudadanía tremendamente alerta a hacer esta defensa. También está la ampliación en materia de derechos, el hecho de que hayamos llevado adelante una agenda de diversidad sexual importante, con una voluntad de política enorme de compromiso de la Presidenta en esto, que ha sido reconocido por las propias organizaciones.
Nueva Constitución: "Espero que la DC esté en la disposición de conocer ese proyecto de ley en el debate legislativo"
Esta es la última semana legislativa y el Gobierno presentará algunos proyectos como nueva Constitución o el CAE, ¿no es sólo un saludo a la bandera?
-Los gobiernos gobiernan hasta el última día y cuando lo dijimos no nos referíamos a una frase sólo retórica, es lo que corresponde hacer. Un gobierno no puede quedar paralizado porque se haya producido un cambio a propósito de las elecciones. Lo otro sería abandonar funciones y eso evidentemente no está en el espíritu ni en el ethos de este Gobierno. Lo importante es tener memoria y recordar que, por ejemplo, el Presidente Piñera, en su anterior periodo, también envió proyectos de ley hasta el último momento, hasta el último día y es porque es legítimo.
En el caso de la nueva Constitución, la DC planteó no tener conocimiento del proyecto, ¿reconocen un error en eso?
-Primero quiero valorar el aporte que han hecho todos los partidos de la Nueva Mayoría para sacar adelante la agenda transformadora del Gobierno. Sin el voto de los parlamentarios de la NM los proyectos de ley no serían hoy día realidad. Respecto específicamente del de la nueva Constitución quiero recordar el itinerario que se planteó la Presidenta en este tema. Este es un itinerario que se inicia hace ya bastante tiempo con el proceso participativo, que muchas veces se menciona poco o se dimensiona poco, y además considerar que esto ha tenido una dimensión digamos de un proceso constituyente indígena. Entonces, es tan rico el material que existe, son tantos los elementos, ha sido tan abierto y transparente también, en la medida que ha sido participativo, que estoy segura que la disposición que se pueda dar en el Congreso a partir de lo que la Presidenta Bachelet entregue al Congreso va a ser un debate extraordinariamente relevante para el país. Espero que la DC esté en la disposición de conocer ese proyecto de ley en el debate legislativo.
¿Cómo ve la presión que han ejercido parlamentarios de la NM, de otros sectores para que se cumpla la promesa de la Presidenta de cerrar Punta Peuco?
-Cada actor tiene derecho a expresar cuáles son sus voluntades o sus opiniones en torno a esto. Sin embargo, esta es una decisión que está en un ámbito que es de carácter presidencial y no tengo nada más que agregar al respecto.
Pero, ¿se va a cerrar Punta Peuco?
-Reitero lo que he dicho siempre, cuando exista una novedad al respecto será anunciado oportunamente.
Luego de la capitalización de TVN, se necesitan proyectos para obtener recursos, ¿ustedes van a impulsar alguna iniciativa?
-Creemos que por un tema de tiempos no es este Gobierno el que va a poder promulgar la ley de TVN porque luego que sale del Tribunal Constitucional regresa a la Cámara de Diputados y vuelve al Ejecutivo, ya los tiempos para eso probablemente coincidan con el inicio del próximo gobierno.
Qué opina de que si bien toda la industria haya estado afectada, ¿TVN estuvo por debajo de los resultados de la industria?
-Valoro los esfuerzos que ha hecho la planta ejecutiva y el directorio de TVN. Creo que han hecho un esfuerzo por racionalizar el uso de los recursos, por mejorar la gestión.
"Necesito recuperar espacios familiares, que se ven muy resentidos por la actividad política
En la centro derecha se dice que vienen por 8 o 12 años, ¿cómo ve que la centroizquierda está enfrentando esta situación?
-Hay que tomarse las cosas con mucha calma. ¿Por qué digo esto? Porque ya plantearse metas numéricas, cualquier sector que lo haga, me parece que es una manera equívoca de partir. Por otro lado, valoro profundamente que los partidos, de manera independiente y autónoma, estén haciendo los procesos de reflexión. Eso es sano, es reparador y es necesario. El Congreso va a ser un espacio importante para el ejercicio de la oposición, para marcar las diferencias que existen y que han sido históricas respecto de la centroderecha. Ahora tienen que ocurrir conversaciones, negociaciones, maneras de ponerse de acuerdo, establecer alianzas en función de ciertos temas. Entonces ahora hay que llenar este fin al binominal de sentido político. La centroizquierda hoy día existe, y existen los territorios. Va a haber un gobierno de derecha, pero desde el punto de vista del territorio siguen existiendo municipios importantes, que son llevados adelante por un sello de centroizquierda, ahí hay un espacio con las personas donde hay que volver con mayor fuerza a conversar, a sentarse. Respetuosa de la vida militante que soy, creo que la mejor actitud es la humildad en este momento.
¿Qué rol debe jugar su partido, el PS, en la centroizquierda?
-Hasta el final, hasta el día 11 de marzo a las 12 del día, seré ministra de Estado. En tanto ministra de Estado, creo que no es la plataforma para enviar mensajes a mi partido. Habrán espacios para tener esa conversación. Yo encantada formaré parte de esas conversaciones, pero eso será después del 11 de marzo.
¿Qué rol va a jugar usted después del 11 de marzo?
-Bueno, primero hay que tomarse un tiempo de descanso y reflexión, que es necesario. Breve, porque no puede ser muy prolongado, ya que todos tenemos que trabajar. Pero necesito recuperar espacios familiares, que se ven muy resentidos por la actividad política. Luego que haga eso tendré que evaluar bien en qué espacio me instalo y me proyecto.
¿No descarta el sector privado?
-La verdad es que mi trayectoria profesional ha estado más bien lejos del sector privado. Soy una orgullosa del trabajo que he hecho en el sector público, más allá de las caricaturas que a veces se forman en torno a quienes creemos en la vocación pública. Sinceramente siento una vocación pública. Me gusta mucho la academia también, creo que hace un juego importante en la sociedad democrática el aporte que hacen las universidades en lo académico. Creo también mucho en los espacios sociales y comunitarios, en las fundaciones sin fines de lucro, y en las organizaciones internacionales. Esos son los espacios en los que yo me he desenvuelto durante toda mi trayectoria profesional, y pienso que a futuro seguirá siendo lo mismo.