A las 10.37 am el Partido Socialdemócrata (SPD) anunció a sus militantes vía WhatsApp que la espera había acabado. Tras intensas jornadas de negociaciones y debate la tienda liderada por Martin Schulz decidió formar gobierno con la Unión de Angela Merkel.
"Cansados, pero felices. El acuerdo está hecho. Al fin". Ese fue parte del mensaje telefónico, que fue acompañado con una foto donde aparecían sonrientes los principales dirigentes.
No era para menos. Han pasado más de cuatro meses desde que los partidos de la Unión ganaron las elecciones sin la certeza de contar con una mayoría en el Bundestag (Parlamento alemán) para gobernar por los próximos cuatro años.
Pese al inicial rechazo del SPD de entrar en negociaciones, finalmente Schulz, presionado por sectores del partido accedió a conversar con la Unión, con quienes Merkel había pactado en dos de sus tres mandatos.
Pese a que inicialmente el plazo límite para dar a conocer el acuerdo fue el pasado domingo, el enredo en temas importantes como salud y trabajo dieron origen a tiempo suplementario, que tampoco se cumplió, sino que hasta ayer miércoles.
Joaquín Roy, director del European Union Center of Excellence de la Universidad de Miami, dijo que el acuerdo "es positivo y será aplaudido por la Unión Europea. Ese es el camino a seguir y refleja que ha sido fundamental en el desarrollo del bloque".
El acuerdo
A través de un sitio web, los socialdemócratas dieron a conocer el programa acordado con la Unión.
En Pensiones consensuaron que "cualquiera que haya trabajado toda su vida debe tener más que alguien que no ha trabajado". Por ello anunciaron una pensión básica.
Para Salud se espera una mejora en "los beneficios para las personas legalmente aseguradas por medio de citas más rápidas y más horas obligatorias en los médicos contratados". Además, el bloque se comprometió a ofrecer una mayor cobertura dental y enfoque en las zonas rurales económicamente débiles.
En materia laboral se comprometieron en avanzar hacia igualdad de derechos tanto de mujeres y hombres, especialmente en la temporalidad de los trabajos y oportunidades para que "padres puedan conciliar mejor el trabajo y la familia". Además, "para empleados y empleadores, la misma tasa de contribución se aplica nuevamente".
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En Educación el acuerdo incluye una inversión de 11 mil millones de euros para mejorar la calidad. Los recursos tienen como fin "que todos los niños, independientemente del dinero de los padres, tengan las mismas oportunidades".
Otros de los puntos que destacaron es Ciudades, en que los dirigentes proponen una inversión de 2 mil millones de euros adicionales, destinados a viviendas sociales, y se limita la posibilidad de transmitir los costos de modernización a la renta.
Además, se zanja un compromiso para mejorar el transporte y ofrecer un servicio de internet más rápido.
Finalmente, la propuesta de avanzar hacia una Europa Democrática, el posible bloque, tomará la iniciativa con Francia para asumir "la responsabilidad de garantizar normas sociales mínimas y una fiscalización justa para las empresas en todo el continente".
Uno de los puntos más álgidos en el debate, la política de inmigración, no aparece mencionado explícitamente, pese a que se busca limitar anualmente el ingreso de refugiados: entre 180.000 y 200.000.
Los cambios que vienen
Los acuerdos no sólo fueron temáticos, también hubo concesiones en importantes cargos políticos. El líder del SPD, Martin Schulz, se convertirá en ministro de Asuntos Exteriores, y renunciará a la presidencia del partido, cargo que será ocupado por Andrea Nahles. Olaf Scholz (SPD), alcalde de Hamburgo, asumirá en Finanzas. En tanto, Horst Seehofer, presidente de la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU) será en ministro del Interior.