Un difícil camino tienen los proyectos en suelo chileno que desarrolla la minera canadiense Teck, que opera en Chile las minas Quebrada Blanca y Carmen de Andacollo, además del proyecto Corridor junto con Goldcorp.

¿La razón?

El recorte de la clasificación de riesgo -al nivel de perder el grado de inversión- está afectando los planes de la empresa en Chile, entre ellos los millonarios proyectos de crecimiento que tiene la firma en el país.

Desde fines del tercer trimestre, la agencias clasificadoras Moody’s, Fitch y DBRS revisaron a la baja su rating para Teck a Ba3, BB+ y BB, respectivamente. En todos los casos la perspectiva es negativa.

Las propias estimaciones de la empresa, incluso, prevén nuevas bajas: “Sobre la base de las condiciones actuales del mercado, se espera que las nuevas acciones de calificación”, advierte la empresa.

Eso impactará directamente en los proyectos en desarrollo de la empresa: Quebrada Blanca Fase II y Corredor, que juntos involucran una inversión superior a los US$7.000 millones. Ello porque un recorte del crédito no solo encarecerá los proyectos -especialmente Quebrada Blanca Fase II que entrará a tramitación ambiental este año-, sino que también obligará a las empresas contratistas a solicitar garantías.

“Como consecuencia de la reducción de nuestro rating crediticio por debajo de nuestro grado de inversión, se nos ha pedido en el cuarto trimestre de 2015 entregar de forma agregada US$672 millones en letras de crédito en virtud de los contratos de largo plazo de energía para el contrato del proyecto Quebrada Blanca Fase II”, advirtió la canadiense.

Estos baches, junto al contexto actual de bajos precios, han obligado a Teck a reformular el proyecto que busca aumentar la producción y extender su vida productiva de Quebrada Blanca en más de 30 años. Inicialmente dicha iniciativa proyectaba una inversión de US$5.600 millones, sin embargo, ahora espera reducir “significativamente” este monto.

Para ello, la minera trabajó a toda marcha durante el último trimestre del año y se tomaron decisiones como trasladar los depósitos de relaves más cerca de la mina para ahorrar en transporte, entre otros.

“Con esta decisión, y otras optimizaciones de plantas y de infraestructura en el diseño actual, se espera que reduzcan sustancialmente los costos de capital iniciales para el proyecto. Esperamos completar un nuevo cálculo del coste en el año 2016 en la medida que la ingeniería de estos cambios progresa en el diseño”.

Esto significó, a su vez, una modificación en el cronograma inicial de la empresa. Ahora el proyecto será ingresado a finales de año y no a mediados como se había previsto.

En el consolidado, la canadiense invertirá US$1.980 millones en 2016, de los cuales US$395 millones se dirigirán al área cuprífera de la empresa. Del total, solo US$80 millones del presupuesto está destinado el desarrollo de nuevas minas, lo cual se lo llevará todo el proyecto que le dará continuidad a  Quebrada Blanca.

“Podemos cambiar los planes de gasto de capital en el año 2016, en función de los mercados de productos, nuestra posición financiera, los resultados de los estudios de viabilidad y otros factores”, indicó la empresa.

Terreno negativo

En 2015, la minera presentó números negativos en las dos operaciones con las que tiene presencia nacional. En el caso de Quebrada Blanca las pérdidas ascendieron a US$141 millones y en Carmen de Andacollo US$4 millones.

Asimismo, en su reporte trimestral la empresa informó cargos por deterioro de US$736 millones sobre una base antes de impuestos, de los cuales US$93 millones son de Carmen de Andacollo.

Si se toma todo el año, la minera tuvo un informó cargos por deterioro de US$3.600 millones en 2015 - US$2.700 millones de dólares en una base después de impuestos.

En cuanto a producción, la situación tampoco fue favorable en 2015. En el caso de Quebrada Blanca, la operación presentó problemas en junio pasado por desplazamientos de terreno en la zona de sus planta de Extracción por Solventes y Electroobtención (SX-EW), lo que a la fecha no se soluciona. “Seguimos operando el lado sur de la planta SX-EW que tiene suficiente capacidad de producción de mineral de las fuentes disponibles sobre el resto de la vida de la mina. Se está retirando la parte norte de la planta SX-EW”, se señaló.

Esto, junto a una caída de la ley del mineral desplomó la producción un 19% a 39,1 mil toneladas. Para 2016, Teck una producción entre los 30-35 mil toneladas de cátodos de cobre. Carmen de Andacollo, por su parte, elevó 2% su producción el año pasado y para este año esperan una producción similar, en el rango de 65.000 a 70.000 toneladas de cobre contenido en concentrados y 3.000 toneladas de cátodos de cobre.