Dos candelabros de cobre y libros de música chilena fue el regalo oficial que la Presidenta Michelle Bachelet le entregó a Papa Francisco en la reunión bilateral que sostuvieron ambos jefes de Estado. La cita que duró cerca de 30 minutos en el salón azul de La Moneda -y en la que también participó por un momento la madre de la mandataria, Ángela Jeria- fue el cierre de la primera actividad y quizás la más controvertida de las primeras horas del máximo líder de la Iglesia Católica en Chile.
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Fue en el Patio de Los Naranjos y frente a 800 invitados del mundo civil y representantes de distintas religiones, que el jefe de Estado Vaticano dio su discurso de bienvenida. "Qué bueno poder decirle que hoy Chile es otro", dijo Bachelet ante Francisco.
Luego el Papa se extendió por 11 minutos, donde destacó la solidez política del país tras las elecciones, habló de migrantes y de los pueblos originarios y pidió cuidar el medioambiente, pero fue en el tramo final cuando pidió perdón a las víctimas de abusos cometidos por sacerdotes, lo que más llamó la atención en el país y en el extranjero. "No puedo de dejar manifestar el dolor y la vergüenza que siento ante el daño irreparable causado niños por parte de ministros de la Iglesia", dijo Francisco, lo que provocó los únicos aplausos espontáneos que se escucharon en el Palacio.
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"Quiero oír a mis hermanos en el Episcopado, ya que es justo pedir perdón y apoyar con todas las fuerzas a las víctimas, al mismo tiempo que hemos de empeñarnos para que no se vuelva a repetir", agregó el Papa.
Sus palabras se replicaron rápidamente en Chile y el mundo, pues aunque no era la primera vez que hacía un gesto en esta línea, sí era una novedad que ocupara una actividad de Estado para decirlas. "Los abusos en Chile impactaron fuertemente a la ciudadanía, no solamente a las personas que participamos de la Iglesia Católica y creo que el Papa escogió este lugar (La Moneda), porque se dio cuenta que esto afectó a todas las chilenas y chilenos y dañó la imagen de la Iglesia pero también dañó a Chile", comentó Benito Baranda, quien ha sido el coordinador de Estado para la visita del Papa.
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Pero el perdón de Francisco no dejó conforme a todos, en especial a un grupo laicos y las víctimas de Fernando Karadima, quienes consideraron como "palabras vacías y una hipocresía", en especial luego que se viera la obispo de Osorno, Juan Barros, en las misas del Parque O'Higgins y la Catedral (ver página 6).
El tema también fue comentario obligado de los políticos que asistieron al evento, en especial, del Presidente electo, Sebastián Piñera, quien por primera vez regresaba al Palacio, tras ganar el balotaje en diciembre. "Se cometieron demasiados abusos durante demasiado tiempo y creo que la Iglesia no reaccionó con la fuerza y con la oportunidad que debía y por tanto, que el Papa lo reconozca y pida perdón y diga que sentía dolor y vergüenza, es una buena señal", dijo el futuro mandatario.
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Piñera pide consejos al Papa
En La Moneda, la recepción del Papa se dividió en dos partes, la primera compuesta por los funcionarios de Gobierno y sus familiares que esperaban en el patio de Los Cañones y por las autoridades que estaban en el Patio de Los Naranjos. Precisamente, en este último lugar donde se mantuvo una postura más solemne. El Papa entró acompañado con la Presidenta, quienes saludaron especialmente la primera fila de invitados. Fue en ese momento que llamó la atención el protocolar saludo que tuvo Francisco con Piñera, mientras que al ex Presidente Ricardo Lagos le dio un largo apretón de manos, acompañado de unas palabras. Según testigos del momento, el jefe de Estado Vaticano le habría dado las gracias al ex mandatario por "sus sabios consejos". Esto debido a que en noviembre pasado, el Papa recibió a una delegación de "The Elders", el grupo de líderes internacionales al que pertenece Lagos. En ese encuentro el ex mandatario y el Pontífice habrían hablado de la situación de Myanmar, en la previa de la visita del Papa a ex Birmania.
"Me gustaría mucho recibir los consejos del Papa", dijo Piñera tras finalizar el encuentro y mostrar los regalos que recibió por parte Francisco, una medalla para él y rosario para su esposa Cecilia Morel. Es que por protocolo, no está contemplado un encuentro entre el mandatario electo y el máximo jefe de la Iglesia Católica, aunque queda una mínima opción de que puedan cruzar algunas palabras hoy en el evento que organiza la Universidad Católica. Después de La Moneda, Piñera visitó a su tío Bernardino Piñera, quien es el obispo más longevo del mundo.
Por la tarde, la Presidenta Bachelet se reunió nuevamente con el Papa y juntos visitaron el Centro Penitenciario Femenino, siendo la primera vez que el Pontífice asiste a una cárcel de mujeres. Esta fue la última actividad conjunta entre ambos jefes de Estado hasta el jueves, cuando la mandataria lo despida en Iquique.
Con todo, este miércoles el Papa llegará hasta La Araucanía, donde realizará su segunda misa masiva. Es en este lugar, donde se espera un pronunciamiento más claro sobre el conflicto mapuche y algo de eso adelantó ayer en el Palacio. "Es preciso escuchar a los pueblos originarios, frecuentemente olvidados, y que sus derechos necesitan ser atendidos y su cultura cuidada para que no se pierda parte de la identidad", dijo Francisco.
El afectuoso saludo del Papa al ex Presidente Lagos
Luego de entrar al Patio de Los Naranjos, el Papa saludó a los invitados que estaban en la primera fila. Ahí llamó la atención el afectuoso gesto que tuvo Francisco con el ex Presidente Ricardo Lagos. "Me fue muy bien en mi viaje gracias a sus sabios consejos", le habría dicho el Papa al ex Presidente. A principios de noviembre de 2017, el Pontífice tuvo una audiencia con parte de los miembros del grupo "The Elders", organismo de líderes internacionales al que pertenece Lagos.
En ese encuentro, ambos habrían hablado de la crisis que atraviesa Myanmar y donde, el ex mandatario le habría recomendado reunirse con el jefe del ejército de ese país. Semanas más tarde, efectivamente el Papa se reunió con el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Myanmar, general Min Aung Hlaing.