El barril de crudo texano marcó otro día de avances por sobre el 1%, impulsado por una contracción de las existencias en Estados Unidos. El barril del petróleo referente americano se elevó un 1,9% durante la sesión de ayer, alcanzando su máximo desde diciembre de 2014 en los US$65,69 por barril.
Este crecimiento se dio en una jornada marcada por una nueva reducción de los inventarios, por décima semana consecutiva. Según datos divulgados por el Departamento de Energía de EEUU, la semana pasada las reservas comerciales bajaron 1,1 millones de barriles, situándose en 411,6 millones.
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Desde el 10 de noviembre las reservas semanales bajaron más de 47 millones de barriles, situándose en su nivel más bajo desde 2015.
También, y dado que sirven de referencia para la cotización del petróleo en Nueva York, los stocks de crudo en la terminal de Cushing (Oklahoma, centro-sur), perdieron 3,2 millones a 39,2 millones.
Las reservas de gasolina por su parte aumentaron en 3,1 millones de barriles, superando los 2,2 millones anticipados por los analistas y marcan un descenso de 3,6% en relación al mismo período del año pasado.
El martes, el crudo también tuvo un buen desempeño, con un alza de 1,24%. Ese incremento se atribuyó en el mercado a que se espera un aumento en la demanda de petróleo, debido a que la economía mundial tendrá un crecimiento en 3,9% en este año.