El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) bajó ayer un 0,55% y terminó en US$59,64 el barril, justo un día después de que alcanzara su nivel más alto en más de dos años y con el mercado pendiente de la explosión de un importante oleoducto en Libia.
Al final de las operaciones a viva voz en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex), los contratos futuros del WTI para entrega en febrero, el de más próximo vencimiento, bajaron US$0,33 con respecto al cierre anterior.
El llamado "oro negro" perdió posiciones tras una jornada en la que los operadores del Nymex estuvieron pendientes de Libia, donde se registró la explosión de un importante oleoducto que conllevará una bajada de la producción y un incremento de los precios.
Según la Compañía Nacional de Petróleo (CNP) de ese país, la detonación, cuyo origen aún se desconoce, causará "un descenso en la producción de entre 70.000 y 100.000 barriles diarios", lo que se espera repercuta en "un aumento de los precios hasta US$65".
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En esa línea, el presidente de la Corporación Nacional del Petróleo de Libia (NOC), Mustafa Sanallah, comentó que "la reparación tardará cerca de una semana desde hoy (ayer)".
Las terminales petroleras son blanco de ataques y causa de combates entre milicias en Libia, desde que en 2011 fuera derrocado Muamar el Gadafi tras 42 años de dictadura, una época en la que el país producía 1,6 millones de barriles diarios de crudo.
Por otro lado, los contratos de gasolina para entrega en enero, aún de referencia, terminaron sin cambios en US$1,79 el galón, y los de gas natural con vencimiento ese mismo mes bajaron casi 10 centavos hasta US$2,74 por cada mil pies cúbicos.
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