El petróleo intermedio de Texas (WTI) subió hoy un 1,60 % y cerró en 58,95 dólares el barril, su nivel más alto en dos años y medio, ante los problemas que está teniendo el suministro de crudo desde Canadá.
Al final de las operaciones a viva voz en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex), los contratos futuros del WTI para entrega en enero subieron US$0,93 respecto con al cierre anterior, el del miércoles (el jueves fue festivo en Estados Unidos).
Los analistas atribuyeron el alza de hoy, principalmente, a los problemas que está teniendo el centro de acopio del estado de Oklahoma por los envíos desde Canadá tras el derrame que hubo en el oleoducto de Keystone.
La firma que lo opera anunció el martes que el flujo para Estados Unidos se reducirá en un 85 % hasta fines de noviembre, después de que el pasado 16 de noviembre hubiera una fuga equivalente a 5.000 barriles de petróleo.
Unido a ello, el mercado está con buenas expectativas ante la reunión ministerial que sostendrá el próximo jueves la Organización de Países de Exportadores de Petróleo (OPEP), donde se espera que se extienda el recorte de producción aprobado el año pasado.
Por su parte, los contratos de gasolina para entrega en diciembre, aún de referencia, subieron 2 centavos y cerraron en US$1,79 el galón, y los de gas natural para entrega en ese mismo mes bajaron 16 centavos hasta US$2,81 por cada mil pies cúbicos.
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En tanto, el barril de petróleo Brent para entrega en enero cerró hoy en el mercado de futuros de Londres en US$63,73, un 0,48 % más que al término de la sesión anterior.
Las expectativas de que Rusia acepte extender la próxima semana la congelación de la producción de crudo más allá del primer trimestre de 2018 impulsó durante la jornada el precio del petróleo europeo, según los analistas.