El Producto Interior Bruto (PIB) alemán creció 0,8% en el tercer trimestre en comparación con el trimestre anterior, de acuerdo a la información entregada hoy por la Oficina Federal de Estadística (Destatis).
La economía alemana creció en el primer trimestre un 0,9% y un un 0,6% en el segundo, y con respecto al tercer trimestre de 2016 el PIB registró un crecimiento del 2,3%.
El crecimiento en el tercer trimestre superó las expectativas de la mayoría de los analistas que esperaban un repunte de la economía de en torno al 0,6%.
El avance de la economía alemana estuvo impulsado por el comercio exterior ya que las exportaciones tuvieron un crecimiento más fuerte que las importaciones, según Destatis.
Ese repunte de las exportaciones es atribuido a la buena coyuntura mundial y a la recuperación de la eurozona, mientras que otro factor de crecimiento fueron las inversiones en equipo que tuvieron un repunte con respecto al trimestre anterior.
El aumento de las inversiones responde al buen ánimo que hay en la mayoría de las empresas que, según la encuesta de clima empresarial del instituto Ifo, esperan buenas posibilidades de negocios para un futuro cercano.
"El ánimo en la cúpula de las empresas alemanas está otra vez en un punto máximo", dijo el director de Ifo, Clemens Fuest.
El consumo, en cambio, se mantuvo estable. Aunque los bajos intereses y la buena situación del mercado laboral son factores que deberían seguir impulsando el consumo, esta se ha visto detenido momentáneamente por el repunte de la inflación, según datos de la Sociedad para Estudios sobre el Consumo (GfK).
Sin embargo, esto puede cambiar después de que en octubre el índice de inflación interanual en Alemania bajó al 1,6% -el nivel más bajo de este año- tras haberse situado en el 1,8% en septiembre.
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