El Producto Interno Bruto (PIB) de Bolivia creció 3,82% en el tercer trimestre de este año gracias al impulso de actividades como la agricultura, la construcción y los servicios, informó este viernes el ministro de Economía, Mario Guillén.

"Hemos seguido creciendo desde el punto de vista interno que es lo más importante, la agricultura sigue creciendo, construcción sigue creciendo, el sistema financiero sigue creciendo", señaló en una entrevista televisiva.

"Nuestra dinámica interna está dando resultado y nos ha permitido paliar shocks externos", agregó.

La proyección oficial es cerrar 2017 con una tasa de 4,7%, pero la economía boliviana tiene una elevada dependencia de ingresos provenientes de la exportación del gas natural a los mercados de Brasil y Argentina, seguida de los minerales y productos no tradicionales.

"Seguimos neutralizando shocks externos que tenemos. Brasil todavía no termina de despegar, nos ha comprado menos gas este año", apuntó Guillén.

En el primer semestre de este año, Brasil bajó su demanda de gas a menos de la mitad de lo estipulado en el contrato de compra venta firmado con Bolivia, de 30,08 millones de metros cúbicos diarios de gas natural, según datos del Ministerio de Hidrocarburos.

El año pasado el PIB de Bolivia creció 4,3%, una cifra que estuvo por debajo de las expectativas oficiales y que además representa la expansión más débil desde el 2010, según datos del Instituto Nacional de Estadística.

El ministro de Economía dejó en claro que Bolivia mantendrá su estabilidad económica a pesar del contexto internacional adverso, porque son únicamente los sectores ligados a la demanda externa los que presentan problemas (hidrocarburos y minería).

Bolivia proyecta un crecimiento de 4,7% y una inflación de 4,49% para el 2018.