Cuando Doug Hodge enfrenta la reunión trimestral del equipo de Pimco, típicamente se despide con una sola palabra, una bandera lingüística para que alentar a las tropas. Hodge es el gerente de operaciones en el gigante gestor de fondos y cuando le habló a los empleados esta semana -por primera vez desde que asumió como director ejecutivo en una reestructuración que golpeó a la industria de inversión- la palabra que dejó fue: "Aguante".

La apelación a la resiliencia y la determinación es oportuna en un período que se ubica entre los menos placenteros de la historia de Pimco.

La inesperada renuncia de Mohamed El-Erian como director ejecutivo y co director de inversión en enero, cansado de los agotadores viajes y de varias peleas con Bill Gross, fundador de Pimco y conocido como el rey del mercado de bonos, desencadenó una serie de eventos que ha visto a los clientes cuestionando la cultura de la firma y reexaminando sus inversiones. Se produce tras un período de bajo desempeño para Gross personalmente; su buque insignia, el fondo Total Return de US$236 mil millones ha caído hasta posicionarse entre los cinco peores fondos de bonos durante el último año, a medida que las tasas al alza perjudicaron sus posiciones de bonos del Tesoro protegidos de la inflación.

Los competidores se están frotando las manos. Pero las preguntas sobre el futuro de Pimco son anteriores al desenlace del "show Bill y Mohamed" y continuará incluso cuando el drama personal ceda.

Ahora la empresa debe reestructurar un plan de sucesión para Gross, de 69 años, al mismo tiempo que debe expandirse más allá de sus raíces, sin el beneficio de un mercado alcista que puso el viento a su favor durante la mayor parte de su carrera.

"Si el mercado de bonos se prepara para ser tan traicionero como creo, Bill Gross va a ser un tremendo competidor", dice Michael Lipper, quien ha registrado el auge de Pimco durante cuatro décadas.

Desde la renuncia de El-Erian, Pimco ha introducido una nueva estructura de gestión, con Hodge haciéndose cargo del rol de CEO y seis subdirectores de inversión, cada uno con experiencia en diferentes áreas de productos; seis príncipes debajo del rey de los bonos.

La naturaleza competitiva de Gross lo hace un jefe que no perdona y las historias sobre su temperamento son típicas, pero los inversionistas lo han considerado un efecto colateral de su inteligencia en vez de una causa de preocupación.

Morningstar, cuyas recomendaciones son ampliamente seguidas por los inversionistas retail y sus asesores, recortó su calificación de los fondos de Pimco esta semana, por temor de que los nuevos CIOs puedan no tener la valentía de desafiar a Gross y que, por lo tanto, las decisiones del comité de inversiones de Pimco serían menos robustas.

LA DUDA DE PIMCO

La mayor duda es si Pimco puede crecer en una nueva era de inversión. ¿Puede replicar el éxito que ha tenido con los bonos en otros productos?  ¿Puede el rey de los bonos y sus príncipes destacar entre la manada de quienes eligen acciones en el mercado de renta variable, también?

Pimco dice que han progresado más de lo que cualquiera hubiera pensado. Los fondos de bonos, que a comienzos de los años 2000 representaban dos tercios de los activos bajo administración, ahora representan menos de un tercio. Los nuevos productos incluyen fondos de crédito, fondos de cobertura e inmobiliarios.

La empresa también ha mostrado una disposición a invertir de manera más agresiva en acciones. Virgine Maisonneuve, llevada desde Schroders para dirigir la división de acciones, fue promovida a uno de los puestos de CIO días después de llegar a la compañía. Ella planea expandir el equipo de acciones desde 50 a 65, con más contratación después de eso.

La matriz de Pimco, Allianz, ha aplaudido el cambio de administración y espera que el sucesor de Gross como CIO emerja de allí.

Hasta ahora, la firma alemana ha respetado los términos de un acuerdo que dio considerable libertad operacional a la firma de Newport Beach, dicen fuentes en ambos lados. Su involucramiento se ha limitado a un intento de convencer a Gross y a El-Erian de ir a mediación para resolver sus diferencias, y aprobar los cambios operacionales a la administración. Analistas han especulado que, al mantener a El-Erian dentro de la nómina de Allianz en el nuevo puesto de asesor económico jefe de la empresa matriz, seguiría disponible para volver.

Fuentes familiarizadas con Allianz dicen que ese no es el caso, mientras aquellos que conocen a El-Erian dicen que él no quiere volver. Él está concentrando más en escribir, lo que incluye columnas en Financial Times, y planea un libro sobre los bancos centrales modernos.

"Nuestro nuevo modelo de CIO está funcionando. En el total de US$1,9 billones (millones de millones) de activos que administramos, en el año a la fecha hemos generado un 1% anual en rentabilidad", dice Hodge, citando una métrica interna que mide los retornos de los fondos mutuos y mandatos institucionales versus otros parámetros.

En Newport Beach, se dice que Gross se ha vuelto "contemplativo" sobre su estilo de gestión pero impulsado como nunca para superar a sus competidores y acallar a los críticos. Mientras, la tarea de los gestores ha sido descartar los titulares negativos, hacer frente con calma a las preguntas de los inversionistas acerca de los nuevos procesos de inversión y llevar el negocio como es usual.

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