Entre las turbulencias que han sacudido a los mercados, rendimientos al alza en EEUU y una curva del bono del Tesoro plana, los inversionistas tienen cada vez más sentimientos encontrados.

Eso es lo que refleja la última versión de la encuesta global de administradores de fondos de Bank of America Merrill Lynch (BofA ML), sondeo que en abril muestra las grietas en el entusiasmo de los administradores.

El aumento en la aversión al riesgo, por ejemplo, llevó al asset allocation en acciones globales a un mínimo de 18 meses. De los 176 sondeados -que administran un total de US$543 mil millones-, sólo el 18% dijo que está sobreponderando acciones globales, una aguda caída desde el 41% que registró la encuesta de marzo (ver gráficos).

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Además, los mayores argumentos del rally que vivieron las bolsas el año pasado se están quedando también sin gasolina.

Las expectativas de que el crecimiento económico se acelere siguen perdiendo terreno, con sólo el 5% de los inversionistas anticipando una expansión más fuerte en los próximos 12 meses.

En contraste con los sondeos anteriores de BofA ML, este es el menor nivel de expectativas desde que el Reino Unido votó por salir de la Unión Europea en su referéndum de junio de 2016.

Además, el porcentaje neto de encuestados que esperan que los resultados corporativos mejoren en ese período cayó a su menor nivel en un año y medio, hasta el 20%.

De la mano, las expectativas de crecimiento de ganancias de las empresas cayeron 12 puntos porcentuales hasta el 8%, según muestra el estudio del banco de inversiones estadounidense.

En contraste, en febrero esa cifra llegaba a 35%.

Eso sí, pese al panorama gris que pintan estos números, el "bull case" se rehusa a morir.

La encuesta de abril de BofA ML demuestra que sólo el 18% de los agentes del mercado internacional cree que las bolsas ya llegaron a su peak.

Así, el 40% de los sondeados dijo que esperan que las acciones toquen techo el segundo semestre de este año, y 39% piensa que el máximo no va a llegar hasta por lo menos 2019.

"Los compradores han estado silenciosos, pero no derrotados, lo que queda demostrado en un aumento de las posiciones en efectivo y bajas expectativas de crecimiento económico y de resultados corporativos a nivel global", indica el estratega de inversiones jefe de BofA, Michael Hartnett. Sin embargo, agrega, una "verdadera capitulación de los 'bulls' todavía no llega, dado que la mayoría de los inversionistas piensa que el peak del mercado accionario no se va a observar antes del segundo semestre.

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El entusiasmo de los inversionistas por un crecimiento sincronizado a nivel global, ambiciosas expectativas de expansión en las utilidades de las compañías y un escenario generalizado positivo para la inversión en renta variable -como bajas tasas de interés y baja inflación- fue el viento de cola que llevó a las acciones del mundo a subir un 21,62% en 2017. Es más, el índice MSCI All Country World Index (ACWI), que agrupa a las principales acciones del mundo, llegó a su máximo histórico el 26 de enero de este año, en los 550,32 puntos.

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Este año, con un aumento en la volatilidad y una seguidilla de eventos que han puesto a los inversionistas cada vez más nerviosos -como conflicto geopolíticos, luces de que la Reserva Federal podría ser más agresiva de lo anticipado con el alza de tasas y tensiones comerciales entre China y EEUU- le han puesto presión a la renta variable. Desde ese peak que marcó hace poco más de tres meses, el MSCI ACWI ha caído 7,09%.