DOS NOTICIAS entregó la semana pasada la Dirección de Presupuestos (Dipres). La primera no fue positiva, ya que englobó el reporte de que Chile cerró 2017 con su mayor déficit fiscal efectivo desde la crisis subprime. Sin embargo, dentro de ese magro panorama sobresalió el desempeño que tuvieron los fondos soberanos en el ejercicio pasado. Es así como según la Dipres, el Fondo de Estabilización Económica y Social (FEES) y el Fondo de Reserva de Pensiones (FRP) totalizaron US$24.749 millones en el período, lo que implicó un alza de US$2.115 millones. Con ello, en su conjunto se ubican en su mayor nivel desde que se implantó esta política de ahorro fiscal en 2007.

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La rentabilidad también dio buenas noticias, ya que mientras el FEES cerró el ejercicio pasado con un retorno en dólares de 10% -el mayor desde 2010-, el FRP ganó un 10,63% en dólares el año pasado. El desempeño se explica principalmente por el buen comportamiento que tuvieron las bolsas internacionales en el período, a lo que se sumó la apreciación de las monedas distintas al dólar.

Sin duda que la creación de esta política anticíclica ha sido beneficiosa para el país, porque ha permitido ahorrar en tiempos de bonanza para utilizar los recursos en períodos de crisis. Dado ello, es un mecanismo que debe ser mantenido y perfeccionado en el tiempo.

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