Hace unos meses, el metal base más conocido parecía el menos querido. El cobre cayó 10% en el primer trimestre del año a US$6.430 la tonelada, y alcanzó su nivel más bajo desde 2010.
La caída fue provocada por los acontecimientos en China, que consume más del 40% de la oferta mundial de cobre. El primer impago de bonos internos del país aumentó los temores sobre la economía y la posible anulación de acuerdos de financiamiento que utilizan el cobre como garantía.
Con un aumento de la producción minera prevista este año, parecían posibles nuevas caídas en los precios. Thomson Reuters GFMS, dijo en su encuesta anual de la industria en abril que el cobre podría llegar a los US$6.000 la tonelada este año. Goldman Sachs pronosticó un precio de US$6.200 la tonelada a fin de año.
Eso parece lejano. El cobre ha subido 8% desde marzo. Ayer, a US$7.140 la tonelada para entregas en tres meses en la Bolsa de Metales de Londres, se había reducido a sólo 3% para el año.
Varios factores han contribuido al repunte del metal. El primero es un cambio general en la actitud de los inversionistas hacia las materias primas, que también ha arrastrado a otros precios de metales, desde el paladio y níquel, al aluminio. Los mejores datos económicos de China, donde la producción fabril está aumentando, también han ayudado.
Mientras que la demanda china en el primer trimestre era pobre, desde entonces ha repuntado, y el crecimiento interanual de alrededor de 5,5% parece alcanzable, según Vivienne Lloyd, analista de metales básicos de Macquarie. El consumo de EEUU y la Unión Europea también ha sido saludable.
Aunque la producción minera está aumentando, con dos nuevas operaciones en Chile entrando en operación en junio, el suministro del metal refinado ha decepcionado. Los problemas y las paralizaciones en los trabajos de mantenimiento de los hornos de fundición en China en el primer semestre del año, limitaron la producción de cobre refinado.
Pero no es sólo buenas noticias para los optimistas del cobre. Stephen Briggs, analista de BNP Paribas, dice que un rally sostenido por encima de los US$7.000 la tonelada no se justifica.
COPY RIGHT FINANCIAL TIMES
© The Financial Times Ltd, 2011.