Los incendios forestales ocurridos en el verano de este año dejaron a la industria de la silvicultura en alerta. CMPC, por ejemplo, se reforzó con 20 aeronaves, además de dos millones de litros de agua diarias para el combate de incendios. En paralelo, la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi), la Corporación Nacional Forestal (Conaf) y Cancillería se reunieron durante noviembre con el objetivo de planificar y establecer un protocolo que apresure la ayuda internacional ante incendios forestales. Sin embargo, los daños causados ya provocaron un alza en los seguros del sector.

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Lionel Soffia, chief executive officer de América Latina y Chile de la corredora de seguros y reaseguros Arthur J. Gallagher, señala que los valores treparon del orden del 20%, y agrega que si bien gran parte de los siniestros ya están pagados, aún hay muchos en proceso de evaluación. "La liquidación de seguro de bosques no es fácil, se puede quemar el tronco por fuera pero por dentro tiene valor, y eso se tiene que meter en el cálculo".

Al respecto, precisa que producto del cambio climático existe un mayor riesgo en varias áreas, pero recién este verano se sabrá si los incendios serán una constante, o fue un hecho puntual.

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"Este verano nos dará una pauta mayor, se atribuyó el año pasado a años de sequías, un verano caluroso, además de factores humanos. Esta temporada también será calurosa, hay que ver si es una pauta que se empezará a repetir. En el mundo tuvimos el incendio de California, es una pauta que es bastante recurrente y puede hacer que aumente el riesgo y los precios se vuelvan a ajustar".

Sin embargo, lo que ocurre en el país no es el único factor que incide en las alzas de los precios de seguros y reaseguros. Por ejemplo, en los últimos meses han ocurrido una serie de huracanes tropicales, a lo que se suma el terremoto en México, que han dejado a las reaseguradoras con pérdidas que van entre los US$130 mil millones y los US$150 mil millones a nivel global.

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"Ni siquiera está claro, en Puerto Rico todavía hay plantas paralizadas, aún no hay luz ni agua de forma constante. Hay siniestros en proceso. Los incrementos de precios pueden ser de hasta 30% y 50%, en el caso chileno nos cobran una parte de eso", sostiene.

En esa línea, Soffia explica que si bien el 70% de las compañías locales renovaron sus reaseguros el pasado 1° de julio, justamente tras esa fecha han ocurrido los eventos catastróficos a nivel mundial.

"Una de las expectativas que hay ahora es ver cómo se comportan los contratos automáticos que vencen en diciembre. Es una gran pregunta, obviamente todo indica que el mercado se debieran endurecer, no hay consenso en qué nivel, sólo en que el mercado debiera haber terminado el ciclo hacia la baja, ahora no sabemos si subiera de forma dramática o se mantiene. Lo que hemos notado, es que en el mercado facultativo, es decir la negociación uno a uno, ha ocurrido un alza más o menos constante, del orden de 10% a 20% dependiendo de la calidad del riesgo", dice Soffia.

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Respecto de Chile, uno de los aspectos en que sí se ha notado un cambio es en los riesgos de los seguros asociados al agua. Según el ejecutivo, las inundaciones, que antes eran esporádicas, se están volviendo un hecho recurrente.

"Hay un factor nuevo que es el tema inundaciones, que a veces vienen amarradas con marejadas, por lluvia, tempestad, eso está ocurriendo en el norte (de Chile). Es un elemento nuevo que antes no estaba muy tarificado", concluye.