Pese A que la administración de la Presidenta Bachelet se ha esforzado en impulsar una serie de políticas públicas que apunten a un desempeño equitativo en el mercado laboral entre hombres y mujeres, la última Encuesta Suplementaria de Ingresos (ESI) 2015 del INE da cuenta de que los esfuerzos no han rendido los frutos esperados. El informe detalla que en 2015 los ingresos mensuales medio y mediano de las mujeres se estimaron en $402.212 y $293.190, mientras los de los hombres llegaron a $587.807 y $390.106, respectivamente. Estas cifras dan cuenta de una brecha de ingresos en desmedro de las mujeres de 31,6% en el ingreso medio y de 24,8% en el ingreso mediano. Ambas cifras fueron mayores en 1,9 y 1,5 puntos porcentuales respectivamente a 2014 para cada resultado. El resultado de esta medición puede dejar dos lecciones: primero, el empleo femenino sigue siendo altamente sensible al ciclo económico, deteriorándose con sorprendente rapidez ante una caída en la actividad. Esto da cuenta, en segundo término, de que la mejor política pro empleo es un crecimiento económico sostenible en el tiempo, que facilite la entrada de todos los trabajadores al mundo laboral y que genere una demanda que no solo empuje el empleo, sino también una alza sostenida en los salarios de todos los ocupados.