El número uno de Corea del Norte Kim Jong Un efectuó el lunes y martes su segunda visita a China en menos de un mes y medio, en momentos en que los dos países buscan acercarse antes de la cumbre con el presidente estadounidense Donald Trump.
En Dalián, una ciudad portuaria en el noreste de China, el líder de Corea del Norte y presidente chino Xi Jinping celebró su segunda cumbre desde la que realizó en Beijing a fines de marzo. Divididos por el programa nuclear de Corea del Norte, no se habían visto desde que llegaron al poder a comienzos de la década.
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La televisora estatal china CCTV mostró a Xi y Kim dando un paseo junto al mar en la ciudad nororiental de Dalián y conversando.
Pero las primeras informaciones sobre la reunión difundidas por los medios chinos no revelaron ningún avance significativo en el asunto nuclear norcoreano.
"Después de mi primera reunión con el camarada presidente (Kim), las relaciones entre China y la República Popular Democrática de Corea (Corea del Norte) han registrado avances positivos (...) Estoy feliz por eso", declaró el presidente Xi Jingping, según Xinhua.
La agencia norcoreana KCNA afirmó por su parte que "los dos dirigentes intercambiaron efusivos saludos" y dieron muestras de alegría mutua por volver a verse.
Fue la segunda visita de Kim a China desde marzo, donde destacaron los esfuerzos de los aliados de la época de la Guerra Fría para enmendar los lazos que se han deteriorado tras el respaldo de Beijing a las sanciones de la ONU por los ensayos nucleares de Pyongyang.
Kim Jong Un se entrevistó con el presidente surcoreano Moon Jae-in a finales de abril y tiene previsto reunirse con Donald Trump en las próximas semanas.
Gran distensión
Xi se dijo dispuesto a volver a reunirse con Kim en su afán de hacer esfuerzos conjuntos para alcanzar una relación bilateral 'sana', lograr la paz en la península coreana y promover la estabilidad en la región, indicó Xinhua.
Kim viajó en tren hasta Beijing en marzo pasado y realizó así su primer desplazamiento al extranjero desde que asumió el poder a finales de 2011. Este viaje fue mantenido en secreto hasta que regresó a Corea del Norte.
El líder norcoreano, que en los últimos años llevó a cabo una serie de ensayos nucleares y disparos de misiles capaces de alcanzar Estados Unidos, se pronunció además a favor de la desnuclearización de la península coreana.
En la cumbre de abril en la Zona Desmilitarizada que divide a las dos Coreas, Kim prometió al presidente surcoreano Moon Jae-in cerrar sus instalaciones de ensayos nucleares en mayo, e invitar a expertos estadounidenses a asistir a ese desmantelamiento, informó Seúl.
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Ahora empieza la cuenta regresiva para una cumbre histórica entre Kim y Trump a fines de mayo o principios de junio en un lugar que se anunciará "pronto", reveló el viernes el anfitrión de la Casa Blanca.
"Mientras las distintas partes abandonen sus políticas hostiles y amenazas en contra (de Pyongyang), no hay razón para que Corea del Norte sea un estado nuclear y la desnuclearización puede concretarse", dijo Kim Jong Un a Xi Jinping, según la agencia Xinhua.
En 2017, Corea del Norte realizó su sexto ensayo nuclear, el más potente hasta la fecha, y probó misiles balísticos intercontinentales (ICBM) capaces de alcanzar el territorio de Estados Unidos.
Las tensiones en torno a la península coreana alcanzaron entonces su apogeo, mientras Kim y Trump intercambiaban amenazas e insultos personales.