Escocia podría celebrar otro referendo sobre su independencia en el otoño boreal del 2018, meses antes de que Reino Unido deba dejar la Unión Europea, dijo la primera ministra escocesa, Nicola Sturgeon, a la BBC.
La perspectiva de una votación por la independencia en Escocia, que podría dividir a Reino Unido solo meses antes de su salida de la UE, añadiría un nuevo giro al "Brexit", con consecuencias inciertas para la quinta economía más grande del mundo.
La amenaza que representa una segunda votación independentista en Escocia aumenta también la presión sobre la primera ministra británica, Theresa May, que se prepara para comenzar las negociaciones formales para la salida de Reino Unido de la UE con los otros 27 miembros del bloque.
[ze_adv position="adv_300x100" ]
Sturgeon dijo que el otoño de 2018 podría ser "una fecha de sentido común" para que Escocia celebre otro referendo independentista, una vez que esté listo el acuerdo británico para dejar la UE.
"Cuando el acuerdo para la salida de Reino Unido esté claro y Reino Unido esté dejando la UE, creo que sería de sentido común que Escocia pueda tener esa opción, si ese es el camino que queremos seguir", dijo la líder escocesa a la BBC.
Sturgeon añadió que no se ha tomado aún una decisión sobre la fecha de la votación. Según la legislación británica, una segunda votación sobre la independencia tendría que ser aprobada por el Gobierno de May, que ha argumentado varias veces que no hay necesidad para celebrarla.
[ze_adv position="adv_300x250-A" ]
Los resultados de la votación del "Brexit" el pasado 23 de junio pusieron en duda el futuro de Reino Unido, ya que Inglaterra y Gales eligieron dejar la UE, mientras que Escocia e Irlanda del Norte votaron por seguir dentro del bloque.
La población de Escocia es de 5,3 millones, según el último censo, algo más del 8 por ciento del total de Reino Unido. El país fue independiente hasta unirse a Inglaterra con el Acta de Unión en 1707.
La mayor parte de las encuestas muestran que el apoyo a la independencia de Escocia prácticamente no ha variado del 45 por ciento desde 2014 y que la mayoría de los escoceses no quiere otra votación sobre su independencia.