Las principales preocupaciones de las personas según la encuesta Cadem de esta semana son reveladoras. Pese a que la tasa de desempleo a nivel nacional es “increíblemente” baja, la mayor preocupación actual es, por lejos, el nivel de desempleo. Esta encuesta muestra que el 23% dice que es el principal problema. Le sigue el precio del cobre y el bajo crecimiento económico, con un 18% en cada caso.
Claramente esto demuestra que lo que se ha dado es una precariedad del empleo, provocado por el crecimiento económico, y las personas lo entienden porque les llega directamente a su bolsillo. Esto por un doble efecto. Los que han mantenido su puesto de trabajo han percibido una menor velocidad de aumentos de los ingresos. De hecho, las remuneraciones han subido 0,8% real a octubre (1,8% a igual fecha de 2013). Pero también están los que han perdido el trabajo, pero se han ocupado vía cuenta propia. Una realidad inéditamente alta para nuestro país. Estos tienen salarios promedio muy por debajo de quienes son asalariados.
Es necesario, entonces, que las autoridades continúen enfocando su esfuerzo a preocuparse de estimular la economía, de recuperar las confianzas y de dar una mayor certidumbre respecto de materias como la reforma laboral. Incluso el FMI advirtió respecto de la incertidumbre que despierta esta ley y su impacto en la economía.