Los problemas financieros que han venido presentando algunas isapres, están escalando cada vez más alto. Hace una semana el Colegio Médico acudió a la Superintendencia de Salud para representarle la situación general que afecta a sus médicos afiliados que trabajan con las isapres Cruz Blanca y Masvida y, en menor medida, con Consalud.

El objetivo fue pedirle a la autoridad un pronunciamiento respecto de cuáles son las normas de pago entre aseguradores y prestadores particulares. Es que los médicos alegan situaciones de impago de hasta más de 120 días, en circunstancias que para grandes deudas no deberían superar los 90 días y no más de 30 para pagos menores.

El siguiente paso es acudir a la Fiscalía Nacional Económica (FNE), dada la complejidad de la relación entre los médicos y las aseguradores.

Este es otro tema que se suma al problema de judicialización de las isapres, lo que se ha transformado en una sangría financiera para estas y que tiene cerca de los límites a algunos actores de la industria y en alerta a los afiliados.

Es relevante que la autoridad y el regulador tomen nota de estos hechos y efectúen los cambios y rediseños necesarios para rectificar los problemas que se han suscitado y así asegurar la sustentabilidad del sistema.