La economía de China está tomando un fuerte impulso hacia el final del año, con las ventas minoristas acelerándose y la producción industrial desacelerándose sólo un poco en noviembre.

Siguiendo con las cifras anteriores que mostraron un aumento en las exportaciones y una inflación contenida, los datos publicados ayer confirmaron que la segunda economía más grande del mundo se mantuvo en buen estado y que desafió una vez más las predicciones de una desaceleración más pronunciada.

Hace apenas unos meses, los analistas esperaban que el crecimiento económico chino se iría disminuyendo más bruscamente en el cuarto trimestre, pero por ahora parece estar más cerca de su ritmo de 7,8% interanual del tercer trimestre.

La producción industrial aumentó un 10% en noviembre con respecto al año anterior, menos que el 10,3% en octubre, pero por encima de su promedio de este año. El crecimiento anual de la inversión en activos fijos bajó a 19,9% en lo que va del año, de 20,1% en octubre.

Las ventas minoristas superaron las expectativas, expandiéndose 13,7% interanual en noviembre, recogiendo velocidad desde el 13,3% del mes anterior.

"La inversión se ha suavizado, pero las ventas minoristas están fuertes y el crecimiento de la producción industrial sigue robusto. La mayoría de la gente esperaba un crecimiento a la baja en el cuarto trimestre, pero ahora es probable que sea igual con el 7,8% del tercer trimestre", dijo Lu Ting, economista de Bank of America Merrill Lynch.

Los datos sólidos llegaron a medida que los líderes de China comenzaron su reunión anual a puerta cerrada para discutir los planes económicos para el próximo año. La agencia oficial de noticias Xinhua dijo que el gobernante Partido Comunista celebró su conferencia de trabajo económico central ayer.

Se espera que la reunión produzca un mapa más detallado sobre la implementación de las reformas anunciadas en el plenario del partido el mes pasado, donde los líderes de China se comprometieron a darle al mercado un papel "decisivo" en la asignación de recursos en la economía.

China ha dado pasos en esa dirección desde la Asamblea. El fin de semana, el banco central siguió adelante con su agenda de liberalización de las tasas de interés con el lanzamiento de los certificados de depósitos, instrumentos financieros que permitirán a los bancos intercambiar (comerciar) depósitos entre sí, en base a las tasas de interés determinadas por el mercado.

El gobierno también reformó la manera en que las empresas listan acciones en la bolsa y aflojó los controles de capital en una zona de libre comercio experimental de Shanghai, dando más importancia a las fuerzas del mercado en ambos casos.

Se espera que los líderes de China establezcan una meta de crecimiento para el próximo año en la conferencia de trabajo económico. Muchos han predicho que Beijing bajaría su objetivo al 7% para 2014, dándose más espacio para implementar reformas. Pero con el crecimiento sosteniéndose tan bien en los últimos meses de este año, otros creen que el objetivo se mantendrá en 7,5%.

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