Si bien no hay claridad sobre cuándo las tasas del bono del Tesoro de EEUU podrían alcanzar la línea del 3%, sí hay una idea preponderante circulando en el mercado de renta fija local: las tasas base están tendiendo al alza en el mundo, presionando a los tipos de interés locales.
Y eso es lo que ha estado pasando hasta el momento. En línea con un crecimiento de los tipos de interés base en el plano global, las tasas largas del mercado en chile han crecido durante los últimos meses. El índice BCU a 10 años, por ejemplo, se ha elevado 53 puntos base en los últimos 12 meses, alcanzando el viernes el 1,76%. El BCP a 10 años, por su parte, ha crecido 35 puntos base en ese mismo periodo, cerrando la última sesión en 4,48%.
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En términos de estrategia global, dentro de los activos de renta fija, en MCC recomiendan un asset allocation más cargado a la búsqueda de yield. "Lo que hay detrás de este movimiento de tasas es un crecimiento global sincronizado, y eso no ha cambiado", explica Diego Torres, gerente de renta fija internacional de la firma.
En esa línea, el ejecutivo recomienda invertir en bonos de mercados emergentes y el segmento high yield estadounidense, dadas sus mejoras en calidad crediticia y un spread más amplio que les permitiría amortiguar una subida de tipos de interés base. Esto siempre y cuando no se desate una guerra comercial, advierte Torres, dado que afectaría el escenario global benevolente para los activos más riesgosos, como esta clase de papeles de deuda.
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A nivel de renta fija local, la principal recomendación es mantenerse en plazos más cortos.
En un escenario de inflación baja, los últimos años habían sido rentables en el mundo de los plazos largos, explica Guillermo Kautz, gerente de renta fija de la administradora de fondos MBI. Ahora, con una marcada tendencia al alza en las tasas internacionales, dice, las apuestas más seguras están en la parte corta de la curva en UF, con plazos inferiores a cuatro años.
Este tramo, señala Kautz, permitirá captar una aceleración en la inflación en la economía local, que se espera que repunte de la mano de una mayor expansión de la economía y un repunte en la actividad.
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Desde Ameris Capital, el analista Matías Gómez concuerda con la preferencia por la parte corta de la curva real, aunque señala que sus apuestas van por las duraciones de dos y tres años, aunque "sin dejar de lado posibles ajustes dependiendo de las expectativas inflacionarias de los próximos meses".
En materia de qué tipo de bonos preferir, las opiniones son más divergentes.
Kautz recomienda buscar rentabilidad en los bonos corporativos locales, buscando un balance de calidad crediticia y spread que las buenas proyecciones para la economía local apoyarían en el futuro. "Podría ser un buen momento para invertir en compañías con menor clasificación de riesgo", señala el ejecutivo, agregando que el "ciclo virtuoso" al que está entrando la economía chilena va a generar un desapalancamiento en las firmas locales. El segmento target, dice, se encuentra entre las categorías BBB y A.
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Pero mientras el ejecutivo de MBI no ve atractivo en los bonos bancarios, citando spreads en mínimos históricos, Gómez cree que ahí es donde hay que poner las fichas.
Ello es porque estos papeles no tienen el "castigo extra por liquidez" que tienen algunos corporativos, a lo que se suman mayores rentabilidades que los títulos soberanos.