Un reciente informe de Cochilco respecto de las proyecciones del mercado del litio constituye una luz de alerta en torno a la forma en que el país debe asumir el futuro de esta industria. Según la entidad, a 2021 Chile produciría alrededor de 147 mil toneladas de LCE, pero enfrenta el riesgo de ser superado por Argentina; esto se basa en que la nación trasandina pondría en funcionamiento cinco explotaciones, que agregarían hasta 137,5 mil toneladas a la presente producción de 30 mil toneladas. En la actualidad, Chile ha sido desplazado al segundo lugar mundial de producción por Australia, pero de cumplirse los planes argentinos, caería al tercero. Aunque Argentina todavía debe incrementar sustantivamente su explotación para superar a Chile, las iniciativas en desarrollo se lo podrían permitir. No cabe duda que a partir del Caso Cascada en SQM y luego con las llamadas "platas políticas", en Chile se inició un fuerte debate en torno al litio; la discusión, desafortunadamente, ha estado marcada por visiones ideologizadas o estatistas, poco realistas o carentes de sustento técnico y económico. Una muestra de ello es el rechazo que en el propio oficialismo ha surgido por el acuerdo entre Corfo y SQM, en circunstancias que se trata de un entendimiento aceptable que favorece tanto los intereses públicos como los de una empresa mundial líder en el rubro. En este contexto será fundamental que las próximas autoridades impulsen una política clara desde el Estado para que Chile no continúe cediendo terreno.

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