De acuerdo al 11º Índice Cisco Visual Networking (VNI por sus siglas en inglés), el fuerte crecimiento en los usuarios móviles, los teléfonos inteligentes y las conexiones Internet de Cosas (IoT), así como las mejoras en la velocidad de la red y el consumo de video móvil, aumentarán en siete veces el tráfico de datos móviles en los próximos cinco años.
Por eso, cuando el próximo 14 de junio en Moscú se dé el puntapié inicial a la Copa del Mundo FIFA 2018, no solo se dará inicio al espectáculo deportivo más seguido alrededor del globo, también será el comienzo de las pruebas abiertas de la red 5G. Será el primer hito masivo para esta tecnología que a partir de 2020 revolucionará la manera cómo nos relacionamos con las personas y las máquinas.
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Lo anterior nos obliga a pensar que este 2018 realmente se están cimentando las bases para el desarrollo del Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés), ya que gracias a tecnologías como las redes de quinta generación se profundizará aún más la revolución digital que ya experimentamos y que dentro de dos años permitirá conectar más de 6 mil millones de "cosas" o dispositivos inteligentes.
Los avances en conectividad generaran infinitas posibilidades en áreas como salud, educación a distancia, control automático, ciudades inteligentes, seguridad, entretenimiento y agroindustria, y permitirá que millones de objetos se conecten simultáneamente sin mayores problemas, con velocidades de hasta 100 GB y latencias diez veces menores, posibilitando videos 360, 4K y realidad aumentada con tiempos de respuesta instantánea que permitirán, entre otras cosas, controlar vehículos y máquinas de alta precisión a grandes distancias.
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Así, el Internet de las Cosas será algo cotidiano. Seremos testigos y protagonistas de la hiper conectividad y de una economía digital que cambiará radicalmente una buena parte de los negocios que hoy conocemos. Lo importante es entender que el ecosistema digital agregará más capas, y el desafío será adaptar los negocios tradicionales a esta nueva era, descubriendo y explotando nuevas necesidades.
Este nuevo escenario nos obliga a actuar distinto y estar en permanente búsqueda de diferenciación. Nos da la posibilidad de crear soluciones para necesidades que ni siquiera habíamos detectado, permitiéndonos incrementar la productividad y la eficiencia.
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Como ya hemos visto, Chile tiene condiciones particularmente ventajosas para fomentar el desarrollo y prueba de soluciones IoT. Es un país pequeño, globalizado, relativamente estable, con industrias desarrolladas (minería, agroindustria, retail, banca, por mencionar algunas), hay fondos públicos y privados para el desarrollo de estas iniciativas e instituciones que apoyan las etapas del proceso de emprendimientos tecnológicos, desde la etapa temprana hasta el escalamiento. Así podemos perfectamente incorporar IoT, primero como piloto y luego como un facilitador clave de la actividad económica.
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Por nuestra parte, como proveedores de servicios digitales, ya contamos con una red móvil y la infraestructura que sienta las bases de la revolución tecnológica, pues entendemos que durante los próximos meses y años el crecimiento del IoT será exponencial y se asemejará bastante a lo ocurrido con las soluciones móviles.
En ese contexto, seguiremos impulsando el crecimiento del ecosistema digital. Sabemos que somos un actor clave en el entendimiento de los beneficios de esta nueva tecnología y la forma en que contribuirá para mejorar la experiencia y satisfacción de los clientes. Pero ante todo, la consigna es adelantarse para estar preparados y superar con éxito los desafíos que trae el IoT.
*Director Mercado Empresarial de Claro Chile