Las monedas, bonos y acciones de los mercados emergentes sufrieron una gran liquidación ayer por las crecientes preocupaciones de los inversionistas sobre las perspectivas de que la Reserva Federal controle su programa de compras de bonos para reducir las tasas de interés a largo plazo.
Las economías emergentes han estado entre los principales beneficiados de la política monetaria global ultra laxa, a medida que los bancos centrales dirigidos por la Fed han inundado los mercados financieros con US$12 billones (millones de millones) de liquidez extra desde la crisis financiera.
Pero las señales de la desaceleración económica, que llegan desde China, sumadas a los indicios de que la Fed reduciría el ritmo de sus compras mensuales de bonos por US$85.000 millones, han generado una corrección drástica en los mercados emergentes.
El rand sudafricano y el real brasileño cayeron a un mínimo de cuatro años contra el dólar en la jornada, mientras la rupia india tocó un mínimo récord. Incluso países relativamente robustos como las Filipinas y México han sido golpeados por la avalancha de ventas. Algunos bancos centrales comenzaron a intervenir para detener las caídas de divisas.
El índice FTSE Emerging Markets cayó 7,1%. Las acciones en Brasil, uno de los cuatro mayores mercados emergentes, habían retrocedido 2,6% a mediodía en São Paulo. Eso llevó a las acciones brasileñas al territorio pesimista: una caída de 20% desde su peak este año.
Los bonos en moneda local e internacional han sido golpeados, elevando los costos de endeudamiento.
"Ha sido bastante violento y extremo", dijo el jefe de renta fija internacional en JPMorgan Asset Management, Nicholas Gartside.
El yen japonés también subió 2,9% ayer, mientras el Banco de Japón se abstuvo de más medidas de estímulo y los inversionistas hicieron apuestas por activos más riesgosos, financiados por endeudamiento en yenes, conocido como carry trade.
Benoit Anne, estratega senior de Société Générale, explicó que el dinero del banco central discutiblemente habría inflado una burbuja en los mercados emergentes, lo que ahora se estaría aclarando, en momentos en que los inversionistas llevaban a precio el cambio en la política de la Fed. "Esta no será una liquidación que dure poco tiempo", aseguró. Gregor MacIntosh, analista jefe de Lombard Odier, dijo: "Dado lo violentos y volátiles que están los mercados, es mejor observar desde el margen". RW