Responsabilidad y buen juicio fueron las palabras que usó el ministro secretario general de Gobierno, Marcelo Díaz, para referirse a la tónica que debe seguir guiando el diálogo respecto del reajuste al sector público. Y es que la distancia que separa el aumento de 7,5% a que aspiran los trabajadores y la oferta de 2,9% nominal que acaba de hacer Hacienda generó la inmediata reacción de los gremios, los que esta semana definirán un cronograma de movilizaciones.
En su último Informe de Política Monetaria (IPoM), el Banco Central proyectó que este año Chile crecerá entre 1,5% y 2% en un contexto de deterioro del mercado laboral, mientras que para 2017 el rango va entre 1,75%-2,75%. No hay que ser economista para tener claro que se trata de una expansión que no puede dejar satisfecho a nadie, especialmente después de las cifras que el país mostró años atrás. Dado ello, el planteamiento de los trabajadores públicos necesariamente debe tener en cuenta el contexto de mayor estrechez por el cual atraviesa la economía local. A ello se suma que a nivel internacional se mantiene abierta una serie de incertidumbres.
Por tanto, resultará relevante que ambas partes negociadoras acerquen sus posiciones, pero siempre considerando que estamos en medio de una economía que todavía no levanta cabeza.