Como Dorothy finalmente se enfrentó con el Mago de Oz, los inversionistas dieron un vistazo al recorte de nota de Reino Unido por parte de la agencia de calificación, Moody’s, y no creyeron que fuera para aterrarse.

La caída en la libra y el incremento en los costos de endeudamiento del gobierno luego que Reino Unido recibiera la orden de abandonar el batallón de economías AAA el viernes fueron tenues. En el primer día real de operaciones tras el recorte, la libra llegó a su mínimo de dos años, pero cayó apenas 0,2%, cerrando en 1.5070 libras por dólar, mientras los rendimientos de los bonos a 10 años subieron apenas hasta 2,126%.

Más que reflejar un desinterés por parte de los inversionistas, la leve reacción mostró el hecho de que muchos ya lo daban por descontado.

Dado que los inversionistas estaban preocupados, ya se anticipaba un recorte de calificación a Reino Unido desde que el ministro de Hacienda de ese país, George Osborne reveló en diciembre durante su declaración previa al presupuesto que el crecimiento económico sería inferior a lo esperado para los próximos años.

“Dado que la libra ya estaba en observación por parte de todas las principales agencias, el recorte de Reino Unido no es el torpedo que hundirá a la libra que alguna vez pudo haber sido”, planteó Paul Lambert, director de divisas de Insight Investment.

Los especuladores ya están apostando contra la libra al mayor nivel en casi un año, según cifras de la Comisión de Operación de Futuros de Commodities de EEUU. Las cifras mostraron a los inversionistas elevando sus apuestas de que la libra caería la semana pasada a niveles no vistos desde marzo de 2012. Los operadores de divisas dicen que pocos inversionistas cambiaron su postura ayer respecto de la libra como resultado de la baja de calificación.

“El recorte fue una confirmación para los inversionistas que ya estaban apostando en contra de la libra y de los bonos del Tesoro británico”, dijo Michael Plavnik, de Citigroup.

Una mayor preocupación para los inversionistas que el recorte son las señales del Banco de Inglaterra (BoE, su sigla en inglés) de que podría tolerar mayor inflación a medida que busca impulsar el crecimiento en el país.

Nick Gartside, director de inversión de renta fija internacional en JPMorgan Asset Management, dijo: “El reporte de inflación podría tener muchas más implicancias que la calificación crediticia -y si el Banco de Inglaterra hace o no más alivio cuantitativo”.

Cuando EEUU sufrió un recorte en 2011 y Francia recibió una rebaja el año pasado, los bonos del Tesoro en ambos países tuvieron un rally más que sufrir una caída.

“Es importante poner el anuncio de Moody’s en perspectiva”, planteó Andrew Sutherland, director de crédito en Standard Life Investments. “La medida de calificación fue sólo una nota y el panorama permanece estable. Francia y Estados Unidos permanecen en panorama negativo”.

Hay preocupaciones de que el mercado de bonos de Reino Unido no escape tan fácil como sus contrapartes.

Los recortes a EEUU y a Francia ocurrieron en momentos en que la crisis de la eurozona todavía estaba en su punto más alto. La demanda por activos seguros como bonos del Tesoro estadounidenses todavía era elevada, mientras los inversionistas estaban huyendo de la deuda de la periferia y hacia los países del núcleo de la eurozona. El recorte de Reino Unido se produce en momentos en que no sólo la demanda por refugios seguros se ha reducido, sino que Estados Unidos está mostrando señales de estar moviéndose hacia restringir la política monetaria, dejando a la libra expuesta.

“El tipo de cosas que asustaban en Reino Unido ya no asustan, mientras Reino Unido asusta más que antes”, planteó Jim Leaviss, director de renta fija de M&G.

COPY RIGHT FINANCIAL TIMES

© The Financial Times Ltd, 2011.