A un año de que termine el Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, la Nueva Mayoría ya comenzó el trabajo de reformulación con miras a una próxima alianza.
En este debate y las negociaciones de los principales partidos, el bloque de izquierda del conglomerado -conformado principalmente por el PC, el MAS y la IC- tendrá que dar su propia pelea para mantener su presencia e influencia en un próximo programa.
La tarea no es sencilla. La Democracia Cristiana, uno de los partidos fuertes del bloque, ha puesto el acento de su discurso en la izquierdización del conglomerado y ha abogado por devolver la coalición hacia una mirada de centro.
A la postura DC se han sumado también algunos sectores del PPD y el PS, que están preocupados con los resultados económicos que tiene el país y los altos niveles de desaprobación del bloque, lo que relacionan a un ambiente de escepticismo frente a las reformas.
El discurso ideológico de izquierda ha sido capturado en la agenda nacional por otros movimientos, principalmente por los partidos emergentes del Frente Amplio, sector que le ha amenazado el terreno de "la calle" al ala izquierda de la NM, uno de los principales argumentos que se esgrimieron para ampliar la coalición a este sector.
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"Nosotros hemos ingresado a la Nueva Mayoría porque fue un proyecto transformador y vamos a influenciar para que esto continúe, esa es nuestra decisión", aseguró el secretario general del MAS, Fernando Zamorano.
Negociación parlamentaria. Una prueba importante para no ceder terreno al interior del bloque, será la negociación parlamentaria que se inicia en la Nueva Mayoría.
Pese a que este trabajo comenzaría en febrero, desde algunos sectores del conglomerado pidieron, en esa oportunidad, debatir el tema una vez que estuviera claro el panorama del refichaje de las colectividades del bloque de izquierda, frente a las dudas que surgieron con las cifras entregadas desde el Servel.
Con un mes transcurrido el panorama sigue siendo incierto. Según la última actualización del Servel, el PC lleva poco más de 11 mil electores -la meta son 18 mil al 15 de abril- mientras en el MAS están apostando a tener las tres regiones contiguas -Arica, Tarapacá y Antofagasta- ya que no tendrían mayor capacidad de inscripción para las demás regiones.
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Alianzas por fuera de la NM. A las dudas que genera en algunos sectores que estos partidos puedan cumplir con las cifras de refichaje, ahora también se suma la posibilidad de que el bloque decida ir finalmente en dos listas parlamentarias, mecanismo que en este sector, analizan, los perjudicaría.
Ante este panorama en el sector ya analizan la posibilidad de buscar acuerdos por fuera de la NM para presentar sus candidaturas. "Nosotros estamos dentro de la NM pero en la eventualidad remota de que la NM determine ir en dos listas parlamentarias y perder con esto eficiencia electoral, estamos abiertos a buscar acuerdos con el PRO u otras fuerzas", explicó el presidente del MAS Francisco Parraguez, apoyando así la idea propuesta esta semana por el Partido Comunista.
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El factor Guillier. Otro factor importante para el ala izquierda de la Nueva Mayoría y sus intenciones de mantener influencia, es la posibilidad de que el precandidato Alejandro Guillier, sea finalmente la carta presidencial del bloque. El parlamentario ha tenido acercamientos importantes con el PC y en varias ocasiones ha llamado a no tenerle miedo a la izquierda, remarcando la necesidad de ampliar el bloque.
Guillier además, analizan ala izquierda, concita el apoyo de los sectores más progresistas del PPD y el PS y cuenta con un importante respaldo ciudadano lo que volvería a darle fuerza a esta mirada del bloque oficialista frente al avance del Frente Amplio. De hecho, las críticas del parlamentario al Gobierno en los últimos días ha encendido las alarmas en estos partidos, incluso generando molestia entre sus dirigentes.
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