EL primer ministro británico David Cameron dijo la semana pasada que los Juegos Olímpicos inyectarán un total de 13 mil millones de libras (US$20 mil millones) a la economía de ese país durante los próximos cuatro años.

El primer ministro dijo que el impulso provendría en parte de “vender Gran Bretaña al mundo” a través de una serie de reuniones empresariales, que se realizarán al margen de los Juegos, por parte de la rama de inversión y comercio del gobierno británico, UKTI (su sigla en inglés).

Cameron planteó que las cumbres vincularían a las empresas británicas con potenciales inversionistas y socios comerciales.

“Es precisamente porque este es un momento difícil que tenemos que obtener el máximo posible de estos juegos para apoyar los empleos y el crecimiento de la economía”, planteó Cameron durante un discurso en la Universidad de Loughborough, donde se están equipando los deportistas de la Federación británica antes de los juegos.

“No debiéramos ver los Juegos Olímpicos como una suerte de lujo costoso en tiempos difíciles” planteó. “Realmente necesitamos estimular a las empresas para Gran Bretaña”.

DUDAS DEL IMPULSO
Sin embargo, algunos economistas han expresado sus dudas acerca de si ser anfitrión de los juegos le entregará tal impulso. La agencia de calificación Moody's recientemente publicó un reporte diciendo que el impulso económico de los Juegos Olímpicos sería limitado.

El informe planteó que el costo de 6.000 millones de libras de construir el Parque Olímpico y otras instalaciones se había filtrado a la economía durante varios años y que era demasiado pequeño para tener un impacto mayor en el crecimiento. Moody’s también planteó sus dudas al sostener que sólo el sector del hotel vería un impulso significativo.

Cameron citó los beneficios de los proyectos de construcción para los JJOO para todo Reino Unido, poniendo como ejemplo que las empresas en la región central de Inglaterra habían ganado 360 mil millones de libras en contratos olímpicos.

Además, el premier sostuvo que el gobierno está “trabajando con” el Comité Olímpico Internacional en sus reglas de marketing que impiden a los auspiciadores no olímpicos hacer publicidad que involucre a los juegos. El gobierno ha enfrentado fuerte presión de las empresas que han ayudado a construir el Parque Olímpico para relajar esas reglas.

“Es vital que no permitamos que las reglas del marketing olímpico nos impidan aprovechar al máximo este éxito”, afirmó Cameron.

De esta manera, se hizo eco de las palabras de John Armitt -presidente de la Autoridad Pública Olímpica, que construyó el Parque Olímpico-, quien planteó en un informe dado a conocer la semana pasada que las “restricciones sobre el marketing de las empresas que están en el proyecto de Londres 2012 eran una barrera para el futuro éxito y prosperidad”.

Cameron también usó el discurso para tratar de elevar la confianza acerca de las perspectivas de largo plazo para el Parque Olímpico. No habrá “elefantes blancos” tras los JJOO, afirmó, en referencia a los espacios vacíos que han plagado a los anfitriones de Juegos Olímpicos anteriores, tales como Atenas.

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