"El pueblo de Irán está finalmente actuando contra el brutal y corrupto régimen iraní". De esta manera el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se refirió a las manifestaciones y posterior represión que se han extendido durante los últimos siete días en Irán y que han registrado al menos 21 fallecidos y 450 muertos. El mandatario también apuntó contra la situación económica que ha motivado a las movilizaciones: "La gente tiene poca comida, una gran inflación y no tiene derechos humanos. ¡Estados Unidos los está mirando!", escribió a través de su cuenta de Twitter.

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No sólo Trump ha criticado el actuar del gobierno Iraní. La representante de la Unión Europea (UE) para la Política Exterior, Federica Mogherini señaló que "esperamos que el derecho a manifestarse pacíficamente y de libertad de expresión sean garantizados tras las últimas declaraciones públicas del presidente Rohaní".

Palabras similares tuvieron los voceros de la Primera Ministra de Inglaterra, Theresa May, y del Presidente de Francia Emannuel Macron. Desde Inglaterra hicieron un llamado a tener un debate "significativo" entre las autoridades iraníes y los protestantes. En Francia "siguen con atención la situación en Irán", señaló el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores del país, y agregó que "el derecho a manifestarse libremente es un derecho fundamental".

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En tanto el líder Supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei culpó a los "enemigos de Irán" por incentivar los disturbios de las últimas jornadas. Según la agencia Reuters, un funcionario de seguridad iraní de alto rango señaló que quienes estaban motivando las movilizaciones eran Estados Unidos, Gran Bretaña y Arabia Saudita.

En medio de la crisis, durante la jornada desde el Departamento de Estado norteamericano denunciaron los intentos de Irán de restringir el acceso a las redes sociales y aconsejaron a los ciudadanos a instalar conexiones privadas, para evitar la censura.

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Las exigencias del gobierno de Trump se dan en medio de la agudización de las sangrientas protestas contra el régimen de Ali Jamenei.

Además, la embajadora de EEUU en la ONU, Nikki Haley, llamó a la comunidad internacional a pronunciarse sobre las protestas en Irán y anunció que Washington pedirá una reunión de emergencia en el Consejo de Seguridad del organismo.

Y es que los problemas macroeconómicos se han dejado sentir durante el último tiempo en la república islámica. Con un desempleo de 12%, y una inflación cercana al 10%, el estancamiento no alivia las problemáticas de la población, pese a que en 2016 tuvo un crecimiento del PIB de 12,5% , gracias a las exportaciones de petróleo.

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De esta manera, los disturbios en Irán y el estancamiento de la producción estadounidense de finales de diciembre, llevaron a que los precios del crudo subieran por primera vez desde 2014 por encima de los US$60 por barril durante la jornada de ayer. Así el Brent cerró en los US$66,53, mientras que el WTI terminó en los US$60,37.