Una año agitado ha sido 2015 para  Empresas Eléctricas, el gremio que agrupa a las transmisoras y distribuidoras del país.

Su director ejecutivo, Rodrigo Castillo, repasa los hitos que tuvo el año en materia energética. Entre los puntos a resaltar destaca la baja de los precios de la energía en la pasada licitación para clientes regulados, pero también hubo momentos de tensión con la reliquidación de tarifas eléctricas por la no publicación de 12 decretos entre 2011 y 2014 y los procesos sancionatorios iniciados por la Superintendencia de Electricidad y Combustible (SEC) contra las distribuidoras por los cortes de suministro.

A modo de recuento, ¿Cómo calificaría el 2015?

Si tuviera que hacer un recuento en blanco y negro, ha sido un año positivo desde nuestro punto de vista, que ha estado marcado por el éxito de las licitaciones. Un segundo elemento que vemos con mucho optimismo tiene que ver con los cambios en la ley de transmisión. Creemos que los elementos básicos en la ley de transmisión fueron desarrollados con un debate muy transversal.

¿Cuáles fueron los puntos bajos?

Una de las cosas más traumáticas que vivimos este año fue la necesidad de involucrarnos en los procesos de reliquidación. Yo diría que eso fue algo muy complejo, y creemos que es muy importante trabajar para que no se vuelva a repetir, ya que fue un elemento que generó desconfianza, trauma y dolor en nuestros clientes.

¿Cómo evalúan la gestión del Gobierno, específicamente la del ministro Pacheco?

Creo que tanto el ministro Pacheco como su equipo y la Comisión Nacional de Energía han hecho un estupendo trabajo. ¿Hemos tenido diferencias? Claro, hemos tenido discusiones, visiones distintas y eso no solo es normal, sería muy raro que no fuese así, pero en los aspectos medulares y filosóficos respecto a la mirada de largo plazo sobre lo que hay que hacer, como sociedad hemos logrado llegar a las definiciones correctas y se ha hecho todo lo humanamente posible para que esas ideas se concreten en modificaciones normativas, de criterio o legales.

¿Cómo han visto el rol de la Superintendencia este año? ¿Ha sido muy castigadora?

Creo que el tema de fondo es que como sociedad y como país tenemos que ponernos de acuerdo en cuál es el estándar de calidad de servicios que esperamos, que esperan nuestros clientes, y que además podemos remunerar. El mejorar significativamente los estándares de calidad -que ya en el caso de Chile están entre los mejores del mundo- implica un costo muy significativo. ¿Estamos disponibles a asumir ese costo? Por supuesto, con la evidente única condición que eso sea reconocido como un costo tarifario y por lo tanto remunerado en algún momento. Por lo tanto, más que enfocarnos en cuán castigadora ha sido la Superintendencia, que obviamente siempre es doloroso y no quisiéramos que algo así haya ocurrido, lo de fondo es cómo en el futuro todos estamos de acuerdo en cuál es el estándar de servicio que se espera de nosotros y cómo va a ser remunerado. Dicho eso, más que llorar sobre la leche derramada, lo que corresponde es trabajar constructivamente para el futuro. Sin embargo, debo decir que lo consideramos injusto. Consideramos que nuestro desempeño ha sido bueno, todos los índices de desempeño de nuestra industria han estado excedidos positivamente.

¿Hay algún proyecto que no está en el tren legislativo de Pacheco y que sea necesario?

Yo diría que el tren legislativo tiene suficientes vagones. Probablemente, si uno tuviese que decir cuál es uno de los grandes temas que creemos que una vez superado estos primeros temas que son higiénicos y básicos, le quisiera dedicar tiempo a temas de innovación de la red y medidores.

¿Qué se viene para el 2016?  

La gran licitación de principio de año va a ser una prueba de fuego muy significaba y de las cuales tenemos grandes expectativas. Creemos que es posible tener precios similares a los obtenidos en la pasada licitación, lo cual sería un éxito gigantesco. En segundo lugar va a estar culminando la ley de transmisión. En tercer lugar, probablemente vamos a comenzar la discusión de la ley de Eficiencia Energética, otra de las prioridades que tenemos como sector y del cual estamos trabajando con mucho entusiasmo.