En enero, Revolución Democrática cumplirá siete años, con una historia corta, pero llena de logros: poseen 40 mil militantes, siendo uno de los partidos más grandes del país, y en la elección obtuvieron un senador y ocho diputados electos, convirtiéndose en uno de las colectividades más relevantes de la Cámara. En esta entrevista, el presidente del partido, Rodrigo Echecopar, aborda el escenario electoral, el rol de su conglomerado desde la oposición y la relación que tendrán con una Nueva Mayoría que está en su peor momento.
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¿Cuál es su análisis del resultado de la elección?
-Habrá un espacio de reflexión, que durará un buen tiempo, pero hay elementos en la mesa. Hay cosas que la candidatura de Alejandro Guillier no hizo bien, creyó en el "antipiñerismo", que no le alcanzó para ganar elecciones, fue incapaz de usar las armas más fuertes de la centroizquierda que son sus principios, como la solidaridad, igualdad, justicia y democracia, y sus propuestas no permitían hacerle frente a Piñera. Por otro lado, Piñera hizo un buen trabajo, de manera maliciosa y falsa, instaló la imagen de "Chilezuela", algo que debemos despejar, y por otro lado a ese sector se le entregó banderas que no debimos entregarle, que son las de la certeza, el desarrollo y la seguridad. Hay un mundo que naturalmente está buscando el desarrollo, y eso es parte del proyecto de la centroizquierda, nunca debimos renunciar a eso, porque teníamos propuestas para esas áreas.
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El diputado Vlado Mirosevic (PL) tiene la misma crítica.
-Comparto completamente el análisis que hace Vlado en ese punto. Tenemos que construir estas banderas y mostrarlas. El programa del FA las tenía, pero tenemos que desarrollarlas más, ser más incisivos y despejarnos de los mitos de que la izquierda no tiene propuestas. Por el contrario, tenemos que ser los más desarrollistas.
El FA no llamó a votar por Guillier, ¿cree que eso le pasará la cuenta al bloque?
-Hay críticas, pero los dirigentes de la NM entendieron lo que sucedió. El FA hizo la pega, es cosa de ver los números, la gente fue a votar y los nuestros dirigentes mostraron su preferencia, y eso tuvo su efecto. El problema es que no bastaba con eso, había que convocar a los que faltaban, usar mejor las armas de la centroizquierda, la dicotomía no era la del "Sí" y el "No", sino que había otros elementos que no recogieron.
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¿Cuál será el tipo de oposición del Frente Amplio?
-Nos hubiera gustado ser oposición de Guillier. Era el escenario que queríamos, porque ahí la NM habría tenido que elegir con quién gobernar, si hacer transformaciones para Chile o gobernar con la derecha. Ahora, en esta situación, no sé si la NM se pone en estos términos, y eso significa que el FA tiene una responsabilidad doble, vamos a tener que madurar, aprender y fortalecernos mucho más rápido de lo que teníamos pensado, porque tenemos que ser una oposición y no una de trinchera, sino que activa, ofensiva, que tome nuestras banderas y las haga crecer en el Congreso, en los movimientos sociales, en la ciudadanía.
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¿Y cuál será la relación que tendrán con la NM en la oposición?
-El FA está dispuesto a trabajar en la diversidad. Somos una fuerza que tiene una diversidad grande, que va desde el centro a la izquierda, y tenemos las puertas abiertas para construir esta oposición.
¿Invitarían a algún partido de la NM a unirse a ustedes?
-El FA no es el margen de la izquierda, es un proyecto donde conviven fuerzas del centro a la izquierda y nuestro desafío es hacer transformaciones, con los principios de justicia, democracia y solidaridad. Pero no nos vamos a quedar al margen, queremos ser convocantes.
Entonces, ¿convocarían a algún partido de la NM?
-El FA tiene las puertas abiertas para quien quiera hacer las transformaciones, y lo hemos visto en estos cuatro años con nuestros diputados, que han avanzado en proyectos construyendo convergencia con otros. Ahora, en lo que no podemos caer, es en un acuerdo de distribución de poder sin entender que tenemos que construir un proyecto coherente que pueda hacer frente a los desafíos de esta época. No queremos unirnos con otros para moderar nuestras propuestas, sino que para fortalecerlas. La lectura que hacemos es que necesitamos una fuerza de centroizquierda que no tenga miedo de usar sus principios para enfrentar a la derecha.
¿Y ve algún sector de la NM que cumpla esos requisitos?
-He visto votantes de todos los sectores, hasta los de Carolina Goic, que votaron en el referéndum de No+AFP. No tengo duda de que hay bases militantes que creen en esto, pero no soy yo quien les dirá qué hacer. La forma de lograr transformaciones es construyendo mayorías, pero que estén detrás de estas propuestas, no que las morigeren simplemente para sumar siglas.
Respecto al futuro gobierno de Piñera, ¿qué propuestas de él considera un retroceso que buscarán frenar en el Congreso?
-Hay cosas de su propuesta que son evidentes retrocesos y que Chile lo entiende así. Volver a bajarles los impuestos a los más ricos es un despropósito con la desigualdad que hay, volver a la selección y el copago en los colegios es un evidente retroceso, y habrá una oposición del FA y de la mayoría de Chile.
¿Y hay puntos donde puedan llegar a acuerdo con la derecha?
-Hay desafíos que son urgentes y que nos deben interpelar a todos, como el del Sename. Esperamos que Piñera cambie la senda de su gobierno pasado, de desmantelar el Chile Crece Contigo, y asumir el desafío de la reforma al Sename para salir de esta crisis.
¿Cuál es su evaluación de este Gobierno?
-Nunca he hablado con la Presidenta, pero creo que el aprendizaje que nos deja este Gobierno es que no basta con tomar algunas banderas del movimiento social, sino que tenemos que construir una fuerza política y social que esté de acuerdo con esas banderas y las lleve adelante.
¿Qué viene ahora para el FA? ¿Cuál es su desafío inmediato?
-El FA está creciendo y tiene que dar ese salto cualitativo institucional. RD tiene que crecer, tenemos que crear una fundación que permita construir la plataforma política del futuro, tenemos que llegar a todas las regiones. Sacamos más del 5% de la votación nacional en nueve regiones y tenemos que llegar a las 15. El FA debe crecer, pero esto no lo vamos a hacer solos, sino que esperamos que se fortalezcan otros partidos para que junto a ellos alcancemos los cambios.
¿Tendrán un mayor nexo con los movimientos sociales?
-El rol de nuestros parlamentarios no se acaba en las puertas del Congreso, sino que van a ser herramientas de una fuerza política para lograr redes mayores con los movimientos sociales, y esperamos que quienes integren por ejemplo la comisión de salud, sean voces de las organizaciones de salud.
En RD quieren crear una fundación, ¿de qué se trata?
-Estamos pensando en cuál será la infraestructura de un partido de izquierda para el siglo XXI, donde los militantes deben ser protagonistas de la acción política, con una fundación o centro de pensamiento que nos ayude como plataforma para hacer activismo y para fortalecer al partido y poner nuestros temas. Eso requerirá un diálogo interno sobre el cual soy optimista.