El gobierno de Rusia se prepara para la salida de US$70 mil millones en capitales en los primeros tres meses del año a medida que los inversionistas buscan cubrirse del conflicto tras la anexión de Crimea por parte del presidente Vladimir Putin.
Andrei Klepach, viceministro de Economía ruso, dijo ayer que la salida de flujos en el primer trimestre bordearían los US$70 mil millones, a medida que se teme que las estrictas sanciones dañen a la economía.
Esto excedería los US$63 mil millones que salieron del país durante todo el año pasado y es superior a la cifra de US$50 mil millones anunciada por el asesor económico de Putin, Alexei Kudrin, hace apenas diez días.
La advertencia de Moscú se produjo en momentos en que los líderes mundiales llamaron a que Rusia fuera suspendida de manera indefinida del grupo de naciones G8. Ben Rhodes, asesor de seguridad del presidente estadounidense, Barack Obama, dijo que no había necesidad de que el G7 se comprometiera con Rusia mientras el país estuviera "violando de manera flagrante la ley internacional". El asesor confirmó que el G7 se reunirá en Bruselas en junio.
Sergei Lavrov, ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, dijo que Moscú no adheriría al formato G8, argumentando que el foro estaba en parte obsoleto y que había sido reemplazado por el grupo G20 de naciones que incluyen a economías emergentes.
"El G8 es un club informal, no hay membresía formal en ese club, de manera que nadie puede ser expulsado de ese grupo por definición", dijo Lavrov. "Muchas personas creen que el G8 ya ha jugado este rol porque ahora que el G20 existe, todos los temas de la economía global se discuten dentro de ese foro y el G8 era un foro de deliberación entre las naciones occidentales líderes y Rusia", agregó.
El 20 de marzo, Washington puso en la lista negra a 20 miembros del círculo cercano de Putin, incluyendo cuatro oligarcas, y un banco con vínculos a los líderes del país, un paso que impide a todos los estadounidenses realizar cualquier transacción financiera con ellos.
Klepach dijo que las sanciones hasta el momento no habían tenido un efecto económico directo, pero que el empeoramiento de las relaciones internacionales estaba pesando en la economía. "La salida de capitales ya era significativa antes de esto, y, por supuesto, las crecientes tensiones y el enfriamiento de las relaciones lo empeorán aún más", dijo.
Mientras, las empresas alemanas, una de las principales fuentes de inversión extranjera directa en Rusia, están repatriando las ganancias acumuladasen sus subsidiarias rusas para inversiones.
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