Estás leyendo esto en tu dispositivo móvil? Si es así, las opciones son que estés usando un aparato Apple o uno Samsung Electronics. Para cuando hayas terminado (te damos 10 minutos), las dos empresas habrán vendido casi 5.000 smartphones. Todos conocen a Apple. El iPhone ha estado volando en las estanterías desde 2007. Pero hoy es superado en ventas por Samsung. De cada cinco smartphones vendidos por ambas, tres son Samsung. Más impresionante, la mayor empresa surcoreana sólo comenzó a ganar ventaja en el mercado en 2010.

Ese fue también el año en que se convirtió en la mayor empresa tecnológica del mundo por ventas, superando a rivales como Hewlett-Packard y Hitachi.

Samsung ahora enfrenta una lucha contra Apple en un tribunal de California respecto de que su éxito está basado en copiar los diseños de Apple. Los inversionistas buscan saber si Samsung es una nueva raza de gigantes asiáticos de bolsillos profundos, mentes creativas que desafía genuinamente a Apple, o si es simplemente una versión más exitosa -por ahora- de otros como Sony, Sharp o Panasonic, alguna vez gigantes de electrónica japoneses cuya década de caída ahora está empeorando.

UNA CANCIÓN DIFERENTE
Si los gigantes tecnológicos de California comenzaron con nerds en sus azoteas, el equivalente asiático comenzó con productos más básicos, pero un poco más organizados. Samsung comenzó a hacer transistores en 1969. A mediados de los '90 todavía estaba atrapado en un modo de pensar de producción en masa de mercado medio que hizo que Lee Kun-hee, hijo del fundador y presidente desde 1987, hiciera una fogata con 150 mil celulares y amenazara con hacerlo de nuevo a menos que los trabajadores lo hicieran mejor.

Bienvenido a los cheabol de Corea del Sur, los grupos de compañías relacionadas que dominan la vida empresarial, de los cuales Samsung es el más grande. Las empresas relacionadas con Samsung representan cerca de un cuarto del índice Kospi de Seúl.

Por lo tanto, la primera misión de cualquier inversionista es entender la posición de Samsung Electronics en el grupo. Para comenzar, otras partes del imperio Samsung, así como los miembros de la familia Lee, tienen cerca de 30% de Samsung Electronics, el buque insignia del grupo. La compañía, en cambio, tiene gran participación en Samsung Heavy Industries, Samsung Card y Samsung Electro-Mechanics, entre otras. También hay joint ventures. Samsung Biologics, por ejemplo, cuya propiedad es parte de Samsung Electronics, Samsung  C&T y Samsung Everland, el parque temático del grupo.

¿Confundido? No estás solo. Además está la valoración de descuento de la empresa. Los fanáticos de los conglomerados argumentan que agrupar a los diferentes negocios debiera producir ganancias estables. Pero la otra cara es que los inversionistas pueden elegir de manera más eficiente y mezclar sus propias empresas ellos mismos. Difícil suerte con Samsung: los accionistas obtienen un laberinto oscuro controlado por una familia.

Esta configuración es típica de Corea del Sur y del resto de Asia. De todas maneras, los inversionistas parecen sentirlo más en Corea -las acciones ahí se transan a ocho veces las ganancias futuras, según Bloomberg, en comparación con 11 veces para los índices en el resto de Asia. Este descuento es incluso más pronunciado para Samsung mismo: cotiza a siete veces las ganancias futuras, la mitad del múltiplo de los grupos en el Nasdaq.

El descuento de este conglomerado es incluso más pronunciado en comparación con los activos. Por ejemplo, el precio de la acción de Apple es más de cinco veces su valor libro, pese a que más de dos tercios de sus activos consisten en efectivo y activos seguros como bonos del Tesoro y bonos corporativos, que es poco probable que produzcan retornos dramáticos. Samsung cotiza casi al doble de su valor libro, aunque la mitad de su balance está compuesto por inventario y propiedades (incluyendo fábricas y equipamiento), lo cual debiera generar ingresos frescos.

Todo esto no deja necesariamente a Samsung subvalorado en comparación con Apple. También es importante cómo administra sus enredadas operaciones.

DEL CORTEJO A LA CORTE
Que Apple lleve a Samsung a la corte no es sólo fascinante porque las dos mayores tecnológicas del mundo se enfrentan en público, sino también porque el resultado podría llevar a uno de los divorcios empresariales más desastrosos. Esto es porque los dos, junto con competir, dependen mucho el uno del otro.

Samsung produce cerca de un cuarto de todos los componentes dentro del iPhone y el iPad. Apple es también el mayor comprador de Samsung. Ninguno puede alejarse de esta relación rápidamente, no importa cuán sucia sea la batalla en tribunales.

Para los inversionistas, el caso también ayudaría a responder si Samsung es simplemente un copiador inteligente o una firma genuinamente innovadora.

Samsung no cambiará el juego como Apple, pero es una empresa que rápidamente despliegue sus recursos y capacidad de ejecución para producir sus innovaciones.

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