"Nosotros compramos un banco una vez resuelto. Por lo tanto, entramos en la película una vez que eso ya estaba decidido".
Con esas palabras, el consejero delegado del Grupo Santander, José Antonio Álvarez, se refirió ayer a la carta que envió Aeris Invest -el vehículo de negocios de la familia Luksic- a la presidenta de Banco Santander, Ana Botín, solicitándole la devolución de los 113 millones de euros (US$140 millones de dólares) que invirtió en Banco Popular, previo al traspaso de esa entidad al gigante hispano.
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En el marco de la inauguración del Work/Café número 24 de Santander en el país, en Torre Titanium, el ejecutivo aclaró que cuando la autoridad fijó la resolución de Banco Popular, lo que hizo fue estipular que las acciones y bonos de la entidad valían cero, y fue recién después de esa decisión cuando Santander compró el banco, por lo que "cualquier pretensión de cualquier accionista anterior, o bonista anterior, que crea que eso valía más, tiene una reclamación que es legítima a la Junta de Resolución, que es la que toma esa decisión. Nosotros no tomamos ninguna decisión sobre el valor de las acciones", dijo Álvarez.
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En ese sentido, pese a que apuntó a que el banco español no tiene responsabilidad sobre la pérdida de la inversión de bonistas y accionistas, el ejecutivo aclaró que la entidad está abierta al diálogo.
La misiva que envió la familia Luksic a Ana Botín, advertía que en caso de que no le devolvieran su inversión, iniciaría "acciones civiles y de toda índole" contra el banco español. Esto, en paralelo al recurso contencioso administrativo que presentaron en septiembre del año pasado contra la Junta Única de Resolución y la Comisión Europea ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
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Con todo, Álvarez aprovechó la instancia para hacer una aclaración sobre la compra que hizo Santander de Banco Popular: afirmó que no fue un euro lo que pagaron por la adquisición de la entidad. "Nos costó 7.000 millones de euros. Los accionistas del Santander pusieron un capital que ampliaron de 7.000 millones de euros para sanear el banco", aseguró.
El consejero delegado, en su paso por el país, también tuvo palabras sobre las perspectivas económicas de Chile. En ese sentido, señaló que pese a que en los últimos años el país ha crecido bajo el potencial, cree que eso cambiará en los próximos años.
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Falla del sistema
Cerca de 24 horas tardó Santander en solucionar por completo los problemas que tuvo hace dos semanas en el procesamiento de transacciones, giros en cajeros y dificultad para acceder a cuentas bancarias. Todo ello debido a la caída del datacenter de Liray, ubicado en la localidad de Lampa, situación que también afectó a Transbank.
Ayer el presidente ejecutivo y country head de la entidad en Chile, Claudio Melandri, afirmó que "fue un hecho sobreviniente, un corte eléctrico, que lo resolvimos bien, con apoyo de Madrid...y no tuvimos ningún cliente impactado desde el punto de vista monetario".
En esa línea, recordó que hubo 350 reclamos, pero que fueron resueltos en un día y medio. "Obviamente que no queremos que pase, pero en temas tecnológicos, prometer que nunca va a pasar nada, creo que no es una promesa creíble, lo importante es la capacidad de resarciste de eso y pararte rápido". Asimismo, aclaró que no falló el sistema de Liquidación Bruta en Tiempo Real (LBTR), o el canje y pago de cheques.