A pasos de la Bolsa de Santiago y del Club de la Unión, se encuentra la calle Bandera, cuya historia se remonta a inicios del siglo XIX, cuando Pedro Cachón y Morales instaló su tienda de banderas en lo que se conocía entonces como "Atravesada de la Compañía", justo en la esquina con Huérfanos. 200 años más tarde, el estado de Bandera era deplorable. Cerrada desde 2013 debido a la construcción de la Línea 3 del Metro, su uso se había reducido, prácticamente, a estacionamiento y basura. Sin embargo, una alianza público-privada permitió que esta calle -hoy convertida, parcialmente, en paseo peatonal- renueve los aires del centro de Santiago.
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Con una inversión cercana a los $500 millones, el actual Paseo Bandera cuenta con guardias de seguridad permanentes en los tres tramos, así como también, cámaras de seguridad y patrullaje especial. "La idea es devolver a los ciudadanos un espacio en que puedan sentir y vivir la ciudad. Con la apertura de este espacio, los 2,5 millones de personas que cada día llegan al centro de la ciudad se verán beneficiados con un lugar muy cuidado, donde se puede hacer vida de manera segura", dice Felipe Alessandri, alcalde de Santiago.
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Uno de los aspectos más llamativos es el mural a nivel piso, ideado por Dasic Fernández, considerado como uno de los muralistas más importantes del último tiempo. Partió con esta disciplina a los 12 años y hoy distintos rincones de Chile, Argentina, Uruguay, Brasil, Perú, Canadá y EEUU cuentan con sus obras. Con 3.300 m2, este mural a nivel piso se convierte en el más grande de Latinoamérica y el segundo a nivel mundial, con el que figuras geométricas y colores vibrantes se convierten en protagonistas.
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Espacio multifacético
Con el fin de entregar un espacio abierto de conversación y con circulación segura, promoviendo la cultura, medioambiente y el arte; la intervención fue desarrollada por Estudio Victoria, y contempla tres cuadras divididas en tres tramos. Cada uno de ellos inspirado en los conceptos de conexión social, sustentabilidad y patrimonio.
El primero (entre Moneda y Agustinas) fue impulsado por Banco Santander, que cuenta con su casa matriz en el sector. "La idea era generar una zona de encuentro, de conexión entre personas, con sentido de colaboración y cowork", cuenta Miguel Mata, subgerente general de Banco Santander. Con mobiliario urbano que contemplan bancas, mesas y graderías donde el rojo predomina.
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El segundo tramo (entre Agustinas y Huérfanos), incluye instalación de jardineras, bicicleteros y una estructura artística sustentable. Con 9 m de altura, se iluminará cada noche gracias a la incorporación de energía. La compañía danesa Carlsberg fue la encargada de patrocinar este tramo. "Quisimos sumarnos a este proyecto porque en el mundo Carlsberg se ha dedicado a hacer aportes para mejorar la calidad de vida de las personas. En este tramo la inspiración es un parque sustentable", dice Andrea Salas, gerente de marketing de Grupo Carlsberg.
Entre Huérfanos y Compañía, los transeúntes se encontrarán con un espacio que busca rescatar el patrimonio cultura. Este tramo es contiguo al Museo Precolombino y contará con instalaciones, exposiciones y módulos de descanso.