Cómo Santiago trata de mejorar sus estándares para los adultos mayores

La eliminación de desniveles en algunas calles del centro de Santiago, la restauración de más de 300 km de veredas y el desarrollo de áreas verdes inclusivas, son los principales avances de la ciudad para hacer frente a una población que envejece.

Según datos del Servicio Nacional del Adulto Mayor (Senama), en 2100, el 37,9% de los chilenos superarán los 60 años. Se trata de un escenario que establece un serio desafío para la inclusión de este sector de la población.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) creó el plan "Ciudades amigables con los mayores", proyecto que establece una serie de estándares para mejorar la calidad de vida de esta población, entre los que se destaca el transporte y el espacio público. "Hay que entender que la nueva población adulta no es la misma que la que había antaño. Hoy, ellos son mucho más móviles y tienen más inquietudes, por lo que requieren de mayores estímulos", señala Margarita Greene, investigadora principal del Centro de Desarrollo Urbano Sustentable (Cedeus).

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Así, la reparación de veredas y calles para facilitar su movilidad, la creación de lugares de encuentro dentro del espacio público y el desarrollo de actividades para mejorar su estado de ánimo, son fundamentales para este sector. "Uno de los mayores problemas que enfrentan los adultos mayores, tiene que ver con el traslado. La ciudad debe contar con todas las facilidades que eso conlleva, desde el transporte público hasta las calles", dice Rubén Valenzuela, director nacional del Senama.

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Un estudio de la Asociación de Municipalidades de Chile (Amuch), estimó que el 23% de las comunas del país tiene más adultos mayores que niños menores de 15 años. La Región Metropolitana está entre las 10 más viejas con 15,4% de su población. Es por este motivo que las autoridades se han preocupado de desarrollar proyectos para combatir este problema.

Por ejemplo, la Municipalidad de Santiago desarrolló el "Plan Integral de Movilidad", el que contempló la eliminación de desniveles y la construcción de infraestructura inclusiva en las calles Santo Domingo, San Antonio, Merced y Compañía, con el fin de privilegiar el desplazamiento a pie en la capital.

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En tanto, la Intendencia de Santiago impulsa el "Paseo Metropolitano". Este proyecto contempla una inversión de alrededor de $3.000 millones y cuenta con criterios de accesibilidad e inclusión para adultos mayores, lo que les permitirá realizar el recorrido de forma más cómoda e integral.

Otro desafío que sufren los adultos mayores es la calidad de las veredas, pues el Gran Santiago tiene un déficit de 20.000.000 de m2, según la CChC. "La falta de veredas es el problema más importante para los adultos mayores. Es muy dañino para su calidad de vida, pues tienden a caerse con más facilidad", asegura Rosita Kornfeld, directora ejecutiva del Centro para el Estudio de la Vejez y Envejecimiento de la UC (CEVE-UC).

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Para hacer frente a este desafío, la Intendencia desarrolló el "Plan Veredas", el que en una primera etapa mejoró esta infraestructura en alrededor de 300 km en 47 comunas de la Región Metropolitana.

En tanto, la comuna de Nuñoa ha desarrollado un plan integral de mejoramiento urbano para los adultos mayores. Por ejemplo, en la calle Manuel de Salas se habilitó un estacionamiento exclusivo para ellos. En esa línea, también se ha trabajado en nuevos pasos peatonales y rebaje de soleras, con tal de que nadie pueda tropezar y caer.