No hay fechas definitivas para que la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF) de el visto bueno a Scotiabank para adquirir BBVA Chile, pero los trámites ya están en proceso.
Según comentó el superintendente Eric Parrado, la entidad reguladora está estudiando la documentación que el banco canadiense presentó. Lo mismo ocurre con el proceso de compra del banco estadounidense TotalBank por parte de BCI.
"Estamos intercambiando también algunas cartas con las propias instituciones para recibir información más precisa. Estamos en un proceso normal de autorización", indicó.
Al ser consultado sobre el contacto que mantiene la Superintendencia con los reguladores de Estados Unidos y Canadá -a los que les corresponde analizar la situación de TotalBank y Scotiabank respectivamente-, Parrado señaló que está en contacto con las autoridades "constantemente".
Es más, recientemente recibió una visita de la Oficina del Superintendente de Instituciones Financieras (OSFI, por sus siglas en inglés) canadiense. "Hay un equipo de OSFI, el regulador canadiense, que estuvo la semana pasada acá en Chile", señaló el regulador chileno.
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Sobre el tiempo que vaya a tomar la evaluación de las fusiones, Parrado enfatizó en que dependerá de la "agilidad" con la que las compañías entreguen toda la información requerida. "No hay ningún plazo específico", acotó.
Fue a finales de noviembre del año pasado cuando la matriz de BBVA en España informó que había recibido una oferta de alrededor de US$2.200 millones por su participación en la filial chilena, que corresponde al 68,19% de la compañía.
Tres días después, BCI anunció a través de un hecho esencial que su filial estadounidense Citi National Bank of Florida suscribió un acuerdo de fusión con TotalBank para adquirir el 100% de sus acciones por alrededor de US$528 millones.
El máximo regulador de la banca nacional también se refirió la nueva norma sobre provisiones, que actualmente está en consulta pública.
Cuando pusieron la norma en consulta pública, dijo Parrado, se estimó que el impacto de los nuevos lineamientos de provisiones de crédito comercial grupal sería en torno a US$225 millones, suma que calificó como "insignificativa", dado el tamaño de la industria bancaria.