Un tribunal chino embargó un barco de carga japonés por reclamos relacionados a la segunda guerra mundial, a medida que las tensiones entre los dos países se expanden al sector comercial.
Japón fue rápido en denunciar la confiscación de la embarcación, advirtiendo que podría tener un “efecto escalofriante en todas las empresas japonesas haciendo negocios en China”. Es la primera vez que un tribunal chino ordena el embargo de activos japoneses en relación a la II Guerra Mundial.
El incidente subraya las tensas relaciones entre China y Japón, que recientemente se han enfrentado por una serie de islas disputadas que algunos consideran el conflicto más peligroso en Asia. Los extensos lazos económicos entre los dos países hasta ahora han servido para estabilizar la relación.
La escalada se produce en momentos en que Barack Obama realiza una visita a Asia (ver página 29), la cual busca garantizar a los aliados que Estados Unidos sigue comprometido con la región de cara a la creciente influencia de China. El presidente estadounidense llega hoy a Tokio, donde le exigirán apoyo por lo que Japón ve como intentos coercitivos de China por alterar el orden de la posguerra en la región.
La Corte Marítima de Shangai embargó el Baosteel Emotion en un puerto cercano a Shangai durante el fin de semana, informó en su sitio web. El barco pertenece al conglomerado japonés Mitsui OSK Lines y había estado transportando mineral de hierro australiano para la acerera china Baosteel.
La disputa deriva de dos barcos arrendados a una naviera japonesa por parte de Chung Wei Steamship, que fueron expropiados por la armada japonesa en 1937 en momentos en que se preparaba para invadir China. Un barco naufragó transportando carbón durante un tifón cerca de Japón en 1938, mientras el Shun Feng fue hundido por un torpedo cerca de la costa china en 1944. A través de una serie de adquisiciones, Mitsui OSK es heredero de las navieras que operaban los barcos luego de que la armada japonesa los requisara.
Japón ha argumentado que los tratados de paz que firmó tras la guerra lo eximían de pagar una compensación a individuos o empresas en países que fueron enemigos. Pero China y Corea del Sur, que alberga el resentimiento más fuerte sobre la a menudo brutal expansión imperial de Japón, sostiene que los acuerdos sólo cubren reparaciones de gobierno a gobierno, dejando a los grupos privados libres para demandarse por daños.
“En general, China está insatisfecha con Japón, de manera que ha emergido un montón de temas”, dijo Shen Dingli, experto en geopolítica de la Universidad de Fudan en Shangai. “En el pasado podrán haber desincentivado demandas como esta pero ahora no están en esa posición”.
Qin Gang, vocero de la cancillería china, tildó el caso de “una disputa comercial común”. Dijo a los reporteros ayer que el gobierno sigue defendiendo los principios detallados en 1972, cuando los dos países normalizaron las relaciones.
El caso es una victoria rara para los descendientes de Chen Shunton, el dueño de Chung Wei Steamship Co, quien perdió su fortuna en la guerra. Tanto Chen, su hijo, como su nieto, murieron esperando la compensación por los dos barcos embargados por la armada japonesa. Mientras, el bisnieto David Chen, ha rechazado ofertas de acuerdo de la empresa nipona.
“Estábamos en negociaciones con ellos sobre un acuerdo, así que estamos muy sorprendidos sobre su repentina decisión. No podemos aceptarla”, dijo un vocero de Mitsui. “Estamos chequeando los detalles y ahora estudiando los próximos pasos que debiéramos tomar”.
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