La presidenta del comité del Senado de EEUU que investiga el retiro de los vehículos con fallas en el interruptor de encendido de General Motors, acusó ayer a la compañía de tener una "cultura de encubrimiento" diciendo que un ingeniero mintió bajo juramento acerca de cómo se hizo un cambio de diseño tan crítico.

Claire McCaskill confrontó a Mary Barra, la directora ejecutiva de GM, con evidencia de que Ray DeGiorgio dijo durante una acción legal el año pasado que no tenía conocimiento de cómo el interruptor de encendido llegó a ser rediseñado en 2006. Los documentos muestran que el mismo DeGiorgio  aprobó los cambios, dijo McCaskill.

El rediseño de los interruptores de encendido se ha transformado en un elemento clave porque sugiere que GM tenía conocimiento de los interruptores anteriores -que tenían la tendencia de cambiar peligrosamente de "ejecutar" a "accesorio", mientras que el vehículo era conducido- eran defectuosos. El interruptor rediseñado era, inusualmente, rotulado con el mismo número de referencia que el anterior, lo que McCaskill describió como parte de un encubrimiento.

General Motors declaró que 12 personas murieron en accidentes de autos relacionados con fallas en el desplazamiento interruptores de encendido, lo que reduciría la potencia del motor y evitar que las bolsas de aire se desplieguen. La compañía ha retirado del mercado 2,6 millones de vehículos alrededor del mundo -incluyendo los modelos Chevrolet Cobalt y Pontiac G5- para reparar el problema que se sospechaba desde 2001.

GM llegó a un acuerdo con los padres de Brooke Melton, de 29 años, que murió en el accidente de 2010, por una suma no revelada. Las circunstancias del accidente de Melton significan que ella no se encuentra entre las 12 víctimas mortales relacionadas directamente con la falla.

Pasaron nueve meses entre el acuerdo con la familia de Melton y el anuncio de el primer retiro de productos del mercado en febrero, de acuerdo con McCaskill.

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