El Senado de Estados Unidos aprobó una reforma fiscal, en un gran paso para los republicanos y el presidente Donald Trump hacia su objetivo de reducir los impuestos para las empresas y los ricos a la vez que ofrece varios cambios para los ciudadanos.
En lo que sería el mayor cambio en las leyes fiscales del país desde la década de 1980, los republicanos quieren sumar US$1,4 billones en 10 años a la deuda nacional de US$20 billones para financiar cambios que dicen que impulsarían una economía que ya está creciendo.
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"Estamos un paso más cerca de unos ENORMES recortes de impuestos para las familias trabajadoras de América", dijo Trump en un tuit por la mañana.
Las bolsas de Estados Unidos han subido durante meses por la esperanza de que Washington conceda reducciones fiscales significativas para las empresas.
Celebrando la victoria del Senado, los líderes republicanos predijeron que las rebajas fiscales alentarían a las empresas a invertir más y a impulsar el crecimiento económico.
"Ahora tenemos una oportunidad de hacer América más competitiva, de evitar que los empleos se marchen fuera y dar un alivio sustancial para la clase media", dijo Mitch McConnell, líder republicano en el Senado.
El Senado aprobó la ley por 51-49, con los demócratas quejándose de que unas enmiendas de última hora para ganar el voto de republicanos escépticos estaban redactadas pobremente y eran vulnerables a posteriores actuaciones por parte de abogados y contables del sector de la elusión fiscal.
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"Los republicanos han conseguido tomar una ley mala y hacerla peor", dijo el líder demócrata del Senado Chuck Schumer. "Bajo la oscuridad y con la ayuda de las prisas, una serie de cambios de última hora llevará incluso más dinero a los bolsillos de los ricos y las mayores corporaciones", dijo.
Ningún demócratas votó a favor de la ley, pero fueron incapaces de bloquearla porque los republicanos tienen una mayoría de 52-48 en el Senado.
La semana que viene previsiblemente comenzarán las negociaciones entre el Senado y la Cámara de Representantes, que ya ha aprobado su propia ley fiscal.
Trump quiere que esto suceda para antes de final de año, lo que le permitiría a él y a los republicanos realizar su primer logro legislativo de 2017 pese a que tienen el control de la Casa Blanca, el Senado y la Cámara desde que asumió el cargo en enero.
Los republicanos no lograron repeler la ley sanitaria del anterior presidente, conocida como Obamacare, durante el verano y la presidencia de Trump ha quedado tocada por las luchas dentro de la Casa Blanca y por la investigación federal por la posible colusión el año pasado entre su equipo de campaña electoral y responsables rusos.
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La reforma fiscal es considerada por Trump y los republicanos como algo crucial para las perspectivas a medio plazo de cara a los desafíos electorales en noviembre de 2018, cuando deberán defender sus mayorías en el Congreso.
Bajo la ley, el impuesto de sociedades se reducirá permanentemente al 20% desde el 35%, mientras que los beneficios futuros en el extranjero de empresas estadounidenses quedarán ampliamente exentos de tributación.
Para los individuos la tasa fiscal máxima para los que más ganan se reducirá ligeramente.
El Centro Tax Policy, no adscrito a ninguno de los dos partidos, analizó una versión anterior aunque similar de la ley aprobada por una comisión del Senado el 16 de noviembre y halló que reduce los impuestos para todos los grupos de rentas en 2019 y 2025, con la reducción media más grande para los ciudadanos de mayores ingresos.