Una mayoría bipartidista del senado estadounidense ha demandado que el presidente, Barack Obama, aborde la "manipulación de divisas" en las negociaciones comerciales con las doce naciones del Pacífico, levantando un posible obstáculo a medida que las conversaciones se acercan a sus últimas etapas.
Aunque no mencionaron a Japón, su postura refleja un malestar creciente en el Capitolio y entre las manufactureras de Estados Unidos, particularmente de las automotrices, por la devaluación del yen bajo las políticas económicas del primer ministro nipón, Shinzo Abe.
El grupo de 60 senadores, demócratas y republicanos, le escribió a Mike Froman, el representante del comercio estadounidense, y a Jack Lew, el secretario del Tesoro, pidiéndoles luchar por conseguir medidas en relación a las divisas en el Trans-Pacific Partnership y en "futuros acuerdos comerciales".
"La manipulación de divisas puede anular o reducir de gran manera los beneficios de un tratado de libre comercio y puede tener un impacto devastador en las empresas estadounidenses y sus trabajadores", escribieron los senadores.
"En momentos en que EEUU negocia el TPP y todos los futuros acuerdos de libre comercio, le pedimos incluir disciplinas fuertes y aplicables de manipulación de monedas extranjeras para asegurarse que estos acuerdos cumplan con los 'altos estándares' que nuestro país, las empresas estadounidenses y los trabajadores estadounidenses merecen", agregaron. La administración de Obama se ha resistido a llevar a cabo medidas de divisas en el TPP, incluso después de que una mayoría bipartidista en la Cámara de Representantes enviara una carta similar en junio.
Pero si EEUU fuera a ceder ante la presión parlamentaria, dicha iniciativa podría causar malestar en Japón e interferir en las negociaciones. Los ministros de Comercio y los negociadores de los doce países del Pacífico, incluyendo a Chile, México, Australia, Canadá y Vietnam, esperan cerrar un acuerdo para fines de año.
La insistencia de EEUU sobre medidas de divisas en el TPP podría revivir las críticas internacionales a la Reserva Federal por su política monetaria flexible de extendidas tasas de interés ultra bajas y compras de activos.
Apenas la semana pasada, la Fed declinó comenzar a desacelerar el ritmo de sus compras de bonos, juzgando que la economía de EEUU sigue muy débil.
Un funcionario de la administración Obama dijo ayer en respuesta a la cara que "este es claramente un asunto de relevancia para muchos en el Congreso".
Los grupos empresariales de EEUU no estaban felices con las demandas de los senadores. "Tenemos que ser muy, muy cuidadosos de no poner en las negociaciones comerciales cosas que por mucho tiempo han sido manejadas por los mercados y los bancos centrales", dijo el presidente de la Cámara de Comercio de EEUU, Tom Donohue, en una entrevista a Financial Times.
En la última década, la ira parlamentaria en torno a la manipulación de divisas no ha decaído, y se dirigió principalmente a China por dejar que el yuan no se apreciara más rápido, sin lograr que el gobierno lo acuse de manipulación de divisas.
El último año sus esfuerzos se han dirigido hacia Corea del Sur y Japón.
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