Durante estos días, el PPD reactivó el trabajo de su comité estratégico, el grupo que conformó en enero para sacar a la colectividad de la crisis en que quedó luego de la derrota electoral, y que proyectará a la colectividad, a través de un congreso ideológico que ocurrirá durante el año.
El coordinador del grupo, Víctor Barrueto, cuenta que como parte de este trabajo, iniciaron un "proceso de escucha" con militantes y con figuras públicas para tener un diagnóstico de la sociedad actual. Ya lo hicieron con Marcela Ríos del PNUD y el próximo martes tendrán un segundo encuentro con Roberto Méndez, ex director de Adimark.
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"Partimos con ellos dos porque tenemos la interrogante de cómo ha cambiado la sociedad y los chilenos", explica el encargado. Pero a ellos sumarán otras figuras, como Patricia Politzer (periodista y escritora), Bárbara Figueroa (presidenta de la CUT y militante PC), Jorge Sharp (alcalde de Valparaíso y miembro del FA), Carlos Peña (rector de la U. Diego Portales), Mario Waissbluth (fundador de Educación 2020), Agustín Squella (columnista), Luis Riveros (gran mestro de la Logia), Felipe Berríos (sacerdote jesuita), Patricio Fernández (director del The Clinic) y Francisco Huenchumilla (ex intendente de La Araucanía y militante DC).
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Y como parte de esa labor, tendrán una jornada de trabajo de la comisión el 17 y 18 de marzo, con lo cual se convocará a la militancia PPD a sumarse al proceso de reflexión. Además, en los próximos días elaborarán un documento con las interrogantes que debe responder el partido para volver a interpretar al país.
Barrueto explicó que "lo que precede el proceso PPD es un tema que es mucho más amplio para la centroizquierda que es la necesidad de reinventarse. Y esto va a llegar a la discusión de qué es lo que es prioritario hoy día".
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"El PPD tiene una oportunidad porque de alguna manera sigue siendo uno de los partidos con mayor apertura, más sensible a los cambios en la realidad social con menos prejuicios y por lo tanto una mayor disposición a abrirse a este proceso", agregó el encargado.
A su juicio, hay cinco razones para reinventarse: el cambio que vivió Chile, la ruptura entre la sociedad y la política, la derrota electoral, los problemas éticos de la política y porque "el futuro ya está aquí" y el partido debe adaptarse a eso.
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También, dijo que liderar el trabajo reflexivo es parte importante del partido, por lo que descartó ser "candidato a la presidencia del partido, porque además nadie ha levantado mi nombre. El rol que acabo de asumir, que es coordinar el rediseño del PPD, es incompatible con ese otro rol. Yo estoy en esto".
