El concepto de "ciudad inteligente" se ha estado tomando las conversaciones, seminarios y soluciones de muchas compañías, autoridades y universidades en el último tiempo, trasformándose en un ícono de la innovación a nivel mundial, básicamente por todas las aristas que implica.
Todo esto confluye una vez al año en uno de los encuentros más importantes a nivel internacional sobre el tema: la Smart City Expo World Congress de Barcelona (SCEWC), que comenzó el martes y termina hoy en una de las ciudades que ha apostado por esta tendencia. Convención a la que Impulso fue invitado por Indra.
"El 2011, cuando se hizo la primera versión de la feria, no era del tamaño que es ahora. Era un tema importante, pero no clave. Hoy se está transformando en la esencia de nuestra ciudad", comenta uno de los encargados de los más de 100 stand de la feria. La tercera versión espera conseguir más de 7 mil visitantes proveniente de más de 82 países diferentes y 140 empresas participantes, entre las que están: Indra, Cisco, Microsoft, IBM, Shneider Electric, Oracle, Philips, Sap, Nissan y Huawei, por nombrar algunas. Todo, en la imponente Fira Barcelona, uno de los máximos recintos europeos feriales, con el Mediterráneo como vecino.
Representantes municipales, instituciones, líderes académicos y de pensamiento, centros de investigación, empresas y emprendedores confluyen tanto de las charlas como de la feria. En ésta, se puede apreciar en vivo temas de energía, sustentabilidad, urbanismo, transporte, TIC, seguridad y emergencias, medioambiente y reciclaje. Y a pesar del precio -que parte en los € 60, hasta llegar a los € 700 (casi $500.000)- el lugar se repleta.
Ciudad laboratorio. Destaca en el recinto principal la Smart City Plaza, una mini ciudad construida a escala para demostrar el concepto de ciudad inteligente. Incluye un edifico municipal, estacionamiento, área de networking, bar-café , librería y una plaza. El visitante puede recorrerla e interactuar en sus 1.200 m2.
Esto no es más que un reflejo de lo que hace cuatro años se propuso Barcelona: ser la smartcity líder del viejo continente. Desde el sistema de transporte, hasta el reciclaje de la basura, pasando por la recolección de datos, iluminación, eficiencia energética y tecnología. No por nada, muchas compañías tech tienen importantes oficinas en la capital de Cataluña, favoreciendo además el emprendimiento en cada rincón.
Sus calles, aparte de tener aroma a turismo, finanzas, fútbol, cultura y a Gaudí, también expelen ideas para la calidad de vida. Por ejemplo, ya hay alrededor de 700 vehículos eléctricos en circulación y 262 puntos de recarga. Han cambiado gran parte del alumbrado público con luces LED. Incluso, la luminaria de la avenida Josep Tarradellas, tiene sensores que detectan cuando se acerca un peatón e intensifican la luminosidad, para luego bajarla cuando no hay nadie. Un claro ejemplo de una "calle inteligente".
Y hasta el momento, la única ciudad que le compite por ser la más inteligente es La Coruña, ubicada al otro extremo de España, en Galicia.
DATOS, LA CLAVE
Ya en los pasillos de la Fira Barcelona, se ven soluciones de todo tipo. Desde reciclaje de residuos, sistema de trenes de alta velocidad, materiales eficientes y amigables con el medio ambiente, apps de georreferenciación y mucho software para recopilar datos. "Una de las claves para lograr proyectos enfocados a la inteligencia en las ciudades es saber cómo captar toda la información que se genera por ejemplo, en el tráfico, y poder tomar decisiones con ella", comenta Jordi Marín, director del Centro de Excelencia de Smartcities de Indra, compañía de origen español que ha puesto el tema como un pilar central de su estrategia.
Esta firma ha sido una de las que ha liderado las transformaciones tanto de Barcelona, como de La Coruña. "En muchas empresas como la nuestra tenemos claro que esto es el futuro. Y una feria como ésta reúne a todos los líderes globales al respecto", agrega el ejecutivo.
De hecho, también hay charlistas y stands de otras localidades como Río de Janeiro, Dublín, Copenhague y Londres. Ayer se reunieron autoridades municipales de todo el orbe para, entre otras cosas, tratar de crear un "City protocol", metodología que ayudaría a ordenar y documentar la transformación de una ciudad.
Es que hace cien años, sólo 20 ciudades en el mundo tenían más de 1 millón de habitantes. Actualmente son más de 400. La única forma de no colapsar entonces, es siendo un poco más… "inteligentes". P