Tras deambular por días oscuros la Canciller alemana, Angela Merkel, pareciera haber encontrado algo de luz en medio del túnel.

El Partido Socialdemócrata alemán (SPD), tras meses de incertidumbre, accedió a iniciar conversaciones con la Unión Demócrata por medio de una invitación hecha por el presidente Frank-Walter Steinmeier. Así, se abre la posibilidad de que Merkel forme una sólida coalición que le permita gobernar por un nuevo período.

"La gente espera que sus problemas se resuelvan y creemos que la mejor manera de lograrlo es formar un gobierno estable", dijo las líder alemana en un punto de prensa en la sede de su partido en Berlín.

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Los tropiezos en el camino

Luego del triunfo de la Unión Demócrata Cristiana en conjunto con la Unión Social Cristiana de Baviera, en las pasadas elecciones del 24 de septiembre, Angela Merkel intentó formar coalición para gobernar con el Partido Democrático Libre (FDP) y Los Verdes, tiendas que se negaron a la propuesta.

Fueron semanas complejas para la líder europea, hasta que apareció la opción de negociar con el SPD que lidera Martin Schulz.

El analista internacional de la Universidad de São Paulo, Kai Lehmann, reconoce que "ella no tiene otra opción a no ser que ella quiera tener un Gobierno minoritario o llamar a nuevas elecciones, pero ella no quiere ni uno ni lo otro". Pese a que Merkel está ad portas de una negociación, el académico asegura que "no es la opción preferida ni de los socialdemócratas ni de los democratacristianos".

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Las condiciones del SPD

Ya el pasado viernes el posible respaldo a Merkel por parte de los socialdemócratas era promovido a través de su secretario general, Hubertus Heil, quien señaló que su partido "está firmemente convencido que las conversaciones son necesarias".

La presión para el presidente de la tienda, Martin Schulz, proviene principalmente del posible llamado a nuevas elecciones, donde el SPD podría obtener un peor resultado de lo ocurrido en septiembre. Por otra parte, dirigentes del partido están divididos frente a un acuerdo que permita gobernar a Angela Merkel por un cuarto período.

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Según Bloomberg, Ralf Stegner, vicepresidente de los socialdemócratas, dijo que "no se puede esperar que el SPD simplemente se sume directamente a una gran coalición. Necesitamos discutir esto con calma y luego nuestros miembros decidirán si participamos en el gobierno y de qué forma".

Estilo amenazante del número dos del partido, postura que no comparten en Renania del Norte-Westfalia, donde se encuentra el bastión del SPD. Desde esa zona, al occidente del país, dirigentes enviaron una carta a la mesa del partido para solicitar el desbloqueo al diálogo con Merkel, poniendo al frente el programa electoral de la tienda, que incluye una reforma al sistema de salud, para eliminar el seguro privado, más fondos de los contribuyentes para el sistema de pensiones de reparto y más impuestos a las personas adineradas.

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La voluntad para negociar

Pese a las demandas de los socialdemócratas la canciller está dispuesta a escuchar, aunque advirtió que el conglomerado que gobierne deberá apoyar un presupuesto equilibrado y políticas que favorezcan a las empresas.

La situación que parece ahora estar controlada no tendría mayores costos para la economía alemana. Así lo indica Peter van den Heuten, economista de ING, al plantear que "este no es un desastre, dado el hecho que en este momento el crecimiento es muy bueno en Europa".