Si la primera ronda no tuvo éxito, la segunda será la vencida. Esa es la idea que tiene en mente la familia de Carlos Alberto Délano, socio junto a Carlos Eugenio Lavín de Empresas Penta, quien tomó la decisión de alejarse de la minería mediante el traspaso de su participación en Andes Iron, firma que desarrolla el proyecto de hierro Dominga.

La compañía ha debido sortear diferentes dificultades, como las críticas de opositores que alegan que su desarrollo afectará el ecosistema de la Reserva Pingüino de Humboldt, entre otros.

En abril del año pasado, Andes Iron comunicó que la familia Délano había iniciado un proceso de venta de su participación debido a las complejidades que estaba enfrentando en medio de la investigación por financiamiento ilegal de campañas políticas. Sin embargo, y pese a que hubo una búsqueda de socios con actores internacionales, el proceso se dio por cerrado debido tanto a eso como a la actual situación del mercado de los commmodities y en particular del hierro, que han enfrentado una caída dramática en sus precios.

Pese a ello, el gerente general de Andes Iron, Iván Garrido confirmó que el proceso de enajenación sigue en pie, en una reciente entrevista con Diario El Día. No obstante, los plazos aún no están claros.

“Cuando uno tiene un proyecto tan robusto como el proyecto Dominga no tiene para que apurarse. Creemos que tenemos un muy buen producto pero también hay que esperar y hacer el trabajo sin ansiedad. Por lo tanto, no tenemos un plazo definido, perentorio”, afirmó ele ejecutivo al matutino serenense.

Buenas perspectivas

En paralelo, la compañía ha avanzado en la tramitación ambiental, con miras a conseguir el visto bueno de la autoridad durante este año para comenzar a construir en 2017 e iniciar la producción en 2019, apuntando hacia una eventual reactivación del mercado.

Con ese fin, Andes Iron ingresó recientemente una nueva Adenda, en la que se hace cargo de las inquietudes de opositores y servicios públicos.

“Queremos que este proyecto se apruebe este año y queremos entrar a construirlo ojalá hacia el próximo año 2017 y poder estar produciendo a finales del 2019, que es cuando nosotros creemos que la economía mundial se va a recuperar”, dijo al respecto el ejecutivo.

Dominga es un proyecto minero y portuario que producirá anualmente 12 millones de toneladas de concentrado de hierro y 150 mil toneladas de concentrado de cobre. Contempla la construcción de un Terminal de Embarque en el sector de Totoralillo Norte. Su vida útil es de 27 años y su inversión inicial estimada es de US$2.500 millones. Durante la construcción se generarán unos 10.000 puestos de trabajo y en la operación aproximadamente 1.450 empleos permanentes directos.