El producto interno bruto de la zona euro registró un aumentó interanual de 2,7%, según el informe publicado ayer por Eurostat, que confirmó la primera estimación del 30 de enero. La cifra da cuenta del crecimiento del bloque a fines del año pasado, preparando el escenario para otro sólido desempeño en 2018, lo que puede influenciar a los responsables de las políticas del Banco Central Europeo a reducir el estímulo sin precedentes.
La expansión frente al trimestre anterior también se cuadró con las proyecciones, con un avance de 0,6%. En detalle, las economías que mostraron una aceleración de su actividad fueron los Países Bajos y Portugal, mientras que hubo una desaceleración en Alemania e Italia.
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La Comisión Europea ha dicho que la expansión económica en la región de 19 naciones es más equilibrada ahora que en cualquier momento desde la crisis financiera.
Los responsables de las políticas del BCE dicen que están cada vez más confiados en que el robusto crecimiento económico reactivará lentamente las presiones de los precios, allanando el camino para un retiro gradual de la relajación monetaria.
Fortaleza germana
El repunte de Alemania, a pesar de la desaceleración trimestral, sigue siendo un ingrediente clave para el crecimiento en la zona del euro. El impulso en el país a fines del año pasado fue provocado por un fuerte aumento en las exportaciones, según un informe nacional.
El consumo del gobierno y la inversión en equipos aumentaron, mientras que el gasto privado se mantuvo en gran medida sin cambios y la construcción disminuyó.
La economía holandesa también se benefició del boyante comercio mundial. El PIB aumentó un 0,8% en el cuarto trimestre, excediendo las estimaciones de los economistas. El crecimiento italiano se ralentizó a un 0,3% por ciento, quedando por detrás de Francia y Alemania y proporcionando una nota de cautela antes de las elecciones generales del próximo mes.
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