Un movimiento independentista dividido y una elección regional, la del 21 de diciembre próximo, que se prevé muy reñida. Esas son algunas de las claves del sondeo realizado por el diario español El País, que no declara un ganador en unos comicios que podrían definir la trayectoria de los sectores independentistas en el corto plazo.
Si bien Carles Puigdemont, el presidente destituido, manifestó con más determinación este fin de semana su promesa de convertir a la rica región en un estado independiente, su antiguo aliado Esquerra Republicana sugirió que el partido, por el contrario, debería concentrarse en la política. El choque se produjo luego de que el propio coordinador del partido de Puigdemont propusiera abandonar un reclamo unilateral por la independencia en favor de establecer conversaciones con Madrid.
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Después de que la malograda declaración de independencia de octubre hizo que muchas compañías se registraran fuera de Cataluña y llevó, en definitiva, al gobierno de Mariano Rajoy a tomar el control de la región rebelde, las encuestas demuestran que el movimiento independentista corre el riesgo de perder el control de la asamblea catalana, el principal impulso para la lucha por la independencia.
"Puigdemont lleva adelante su plan personal y su partido necesita independencia para seguir siendo competitivo en la elección", dijo Ignacio Molina, analista sénior del centro de estudios Elcano con sede en Madrid. "Se ha vuelto evidente que la postura unilateral tiene sus límites y que el Estado cuenta con las herramientas para frenarla, de modo que el único camino es moderar el lenguaje después de la campaña".
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Las encuestas recientes demuestran que los partidos favorables a España tienen mucho más apoyo que las fuerzas separatistas antes de la votación del 21 de diciembre. Si bien se considera que Esquerra obtendrá la mayor cantidad de votos, tanto Ciudadanos como los Socialistas de Cataluña, ambos contrarios a la independencia, sumarán bancas.
En total, el bloque separatista podría quedar a un escaño de retener su mayoría absoluta (67 escaños, versus los 72 que mantenía hasta la destitución) según una encuesta de opinión publicada este sábado por el diario El País. Eso sí, aún hay un 22% de indecisos que podrían resultar determinantes para inclinar la balanza el 21 de diciembre.
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En la misma encuesta, sólo un 24% de los catalanes quieren que el proceso de independencia continúe en los términos actuales, mientras que el 71% prefiere un acuerdo con el gobierno para establecer el estatus de Cataluña dentro de España.
Posibles victorias
Si los independentistas no alcanzan la mayoría, el próximo parlamento catalán podría ver una coalición gobernante que no se definiría exclusivamente por su posición respecto de la independencia.
Al hablar este sábado, el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, dijo que los mercados interpretarían una disminución del apoyo a los partidos independentistas como una derrota para el movimiento, que podría actuar como catalizador para las acciones y las primas de riesgo de España.
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El sábado, Puigdemont promocionó su candidatura para liderar una nueva plataforma por la independencia llamada Juntos por Cataluña después de no lograr una coalición entre todos los partidos. El líder catalán destituido permanece en Bélgica -país al que huyó después de haber declarado la independencia el mes pasado- a la espera de una decisión judicial sobre un pedido de detención de España por acusaciones de rebelión contra el Estado, sedición y malversación de fondos públicos.
